En el Palacio Taranco, la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura realizó una nueva entrega de la Medalla Delmira Agustini, que homenajea a quienes han contribuido de forma excepcional a la cultura y las artes uruguayas.
El ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, destacó, durante la ceremonia, la elección de los tres homenajeados para esta entrega de la medalla: «Se trata de tres personas que comparten rasgos enormemente importantes: la excelencia en lo que hacen y su autenticidad: ninguno de ellos nunca busca el efecto fácil ni el camino corto hacia el aplauso. Son tres personas increíblemente libres».
El actor Jorge Bolani, al presentar a la actriz Ana Rosa, resaltó que «como instrumentista, Ana puede instalarse en cualquier estilo: absurdo, dramático, humor de comedia (…) y todo es ejecutado por el instrumento casi perfecto que es ella misma». Al aceptar el homenaje, Rosa confesó: «Agradezco enormemente esta distinción. El teatro para mí es la vida, y nunca pensé que las actuaciones de mi vida, unidas, iban a provocar esto».
La coleccionista de arte Clara Ost presentó a la fotógrafa homenajeada Diana Mines: «Valoramos a Diana por su excelencia y su coraje intelectual, demostrados a lo largo de su vida en su trabajo, pero también por las acciones que gesta y que promueve». Al aceptar la medalla, Mines comparó su arte con aquel del artista escénico: «La fotografía comparte con el teatro ese juego de apariencia real: la obra de teatro nos transporta a otros espacios y otros tiempos, y los fotógrafos hacemos lo mismo. (…) La frente debe estar despejada para mirar claro: hay que saber cuestionar y cuestionarse siempre, y no dar nada por seguro».
El músico Ruben Rada presentó al «Lobo» Núñez: «Amo su lucha, amo a su familia. Es luthier, es el mejor bailarín y el tipo más simpático del mundo. Se merece esto por todo lo que hace y por todo lo que hará». El «Lobo» Núñez al aceptar la medalla, dedicó la distinción a sus padres, hijos, nietos y a todas las personas con las que aprendió en su carrera. «Desde la placenta yo ya escuchaba tambores», finalizó.