El director de Seguridad en el Deporte, mayor Álvaro García, fue removido de su cargo tras los incidentes en el partido Peñarol – Cerro. El Ministro del Interior, Carlos Negro dijo que busca ahora «una nueva impronta».
«Creemos que debe tener los dos aspectos para que en el momento en que se desarrolla el espectáculo, el momento en que suceden algunos incidentes, muchos que son difíciles de prever, esa dirección tenga la capacidad operativa para reaccionar fuerte y eficazmente en el momento», dijo Negro en conferencia de prensa.
Por otra parte se comunicó con el presidente de la AUF, Ignacio Alonso y se acordó que los hinchas de Cerro no podrán ingresar al partido contra Nacional el próximo sábado. Negro dijo que desde ahora «si no están de acuerdo con lo planteado por el Ministerio del Interior, se verán imposibilitados de realizar el espectáculo en la forma que lo tienen planteado, porque el Ministerio no lo va a habilitar en esas circunstancias». La subsecretaria de Interior, Gabriela Valverde dijo que «la situación se ha complejizado, no queremos que se vuelva a repetir y escalar, y por lo tanto entendemos que se deben abordar otras medidas de seguridad en un nuevo marco regulatorio».
El nacimiento y permanencia de los «barras» es de estricta responsabilidad de los dirigentes. Ellos los crearon, les dan entradas (la propia AUF les da entradas, un peaje humillante de la institución que rige el fútbol frente a los delincuentes), les pagan pasajes., alojamientos y comidas cuando van al extranjero. Y les ponen abogados cuando infringen las leyes y van presos, algo que en Uruguay ya casi no se da: la policía directamente no los lleva. Cuando hay un malón dentro de la cancha contra los Árbitros van al rato y a paso de procesión, tampoco intervienen y menos aún si son jugadores de los grandes.Hemos visto cómo los barras insultan y escupen y hasta agreden a los agentes a policía que sólo atinan a cubrirse sin reaccionar. La culpa no es del chancho.