Aunque pueda parecer un fenómeno relativamente nuevo, la arteterapia surgió en la década de 1940. El término fue acuñado por el artista británico Adrian Hill, que descubrió los beneficios psicológicos del dibujo y de la pintura cuando buscaba terapias para recuperarse de la tuberculosis. Pero con el pasar del tiempo sus beneficios tuvieron mayor alcance.
Esta facultad es una profesión basada en las aplicaciones psicoterapéuticas del proceso artístico y en la importancia de la relación entre persona usuaria y arteterapeuta. Utiliza esencialmente los medios propios de las artes visuales para promover cambios significativos y duraderos en las personas, potenciando su desarrollo y evolución como seres individuales y sociales.
La arteterapia forma parte de una de las cuatro terapias expresivas, también conocidas como terapias creativas: Arteterapia, Musicoterapia, Dramaterapia y Danza Movimiento Terapia. El ámbito del arte es amplio, se puede emplear en el tratamiento de diversas situaciones, incluyendo trastornos de salud mental como la ansiedad, traumas o depresión, dificultades sociales tales como problemas para relacionarse o de comunicación, o para ayudar a enfrentarse emocionalmente a problemas crónicos y enfermedades limitantes.
En la actualidad, esta disciplina ha tomado un valor importante en el tratamiento para la salud mental. La arteterapia resulta una forma sumamente beneficiosa de liberar emociones reprimidas, comunicar pensamientos difíciles de expresar con palabras y comprender sentimientos. Puedes pensar en ella como una manera de comprenderse y conocerse mejor a uno mismo. Es recomendado que se practique en sesiones individuales o en pequeños grupos bajo la conducción de una persona profesional de la arteterapia. El tratamiento puede combinarse con medicamentos y terapias habladas, o ser una alternativa a estos, todo depende de las necesidades del paciente. Recuerda que, al igual que harías con un problema físico, debes buscar siempre atención médica profesional antes de comenzar cualquier tratamiento para trastornos mentales.
Como en todas las terapias, la relación con el arteterapeuta es muy importante; esta debe hacer que te sientas seguro y cómodo. Al fin y al cabo, no se trata de una clase de arte, y sus sesiones pueden sacar a la luz emociones fuertes o incómodas que deben manifestarse en un ambiente seguro y solidario.
Por regla general, la arteterapia está indicada para personas que debido a sus circunstancias o a la enfermedad que padecen encuentran difícil la articulación verbal de sus conflictos y emociones. La arteterapia puede utilizarse con cualquier colectivo de cualquier edad siempre y cuando exista la voluntad de la persona de iniciar una psicoterapia en la que se le va a animar a emprender a su vez un proceso artístico. En muchas ciudades hay talleres de arteterapia o espacios para aprovechar los beneficios de esta. Un ejemplo Lisboa, Portugal, donde aquellas personas que sufren esquizofrenia o trastorno bipolar pueden encontrar un espacio seguro, sin estigmas, para compartir y explorar su lado artístico. Mientras que un museo dentro de un hospital de salud mental en Londres exhibe el arte realizado por sus pacientes al público.
Por lo que su creciente popularidad es un recordatorio de la importancia del cuidado de la mente. En Uruguay hubo un pequeño proyecto olvidado sobre implementar esta terapia en las mutualistas en el 2012. La intención era incluir los servicios dentro del plan de salud para los pacientes que lo necesitaran. En la actualidad, se pudo conocer que en el Departamento de San José, se está impulsando una propuesta para ofrecer la arteterapia a los oficiales de policía.
“Con la intención de contribuir a la liberación emocional, reducción del estrés, estímulo de la creatividad y demás beneficios que el arte le puede brindar a los policías, el taller tiene el objetivo de captar a tiempo los problemas de salud mental que pudieran tener los funcionarios”, afirma la descripción del programa.
