Un avión sanitario se estrelló este viernes en el aeropuerto de Río Grande, de Tierra del Fuego (Argentina), y murieron sus cuatro tripulantes: un médico, un enfermero, el piloto y un copiloto, confirmaron fuentes oficiales a la agencia GO Noticias. Hasta el momento, se conoció la identidad de tres de ellos: Walter Arregui, María Alejandra Canals y Pablo Zalazar.
El accidente se produjo poco después de que el avión despegara con rumbo al aeropuerto bonaerense de San Fernando, con escala previa en Comodoro Rivadavia. Había arribado a Río Grande para dejar a un paciente pediátrico, un bebé de cinco meses que regresaba con sus padres después de recibir atención en la Capital Federal de Argentina.
La aeronave sanitaria había permanecido en pista breves minutos para cargar combustible. Al momento de separarse de la pista, sufrió un desperfecto y se precipitó a tierra, terminando su recorrido contra un cerco de madera situado en terrenos de la Base Aeronaval.
La principal hipótesis indica que hubo una falla en el motor izquierdo, que habría desestabilizado la aeronave en el momento de la maniobra. La investigación quedó a cargo del Equipo de Trabajo de Investigación de Campo (ETIC) de la Junta de Seguridad en el Transporte, y la causa está a cargo de la Jueza Federal, Mariel Ester Borruto. Borruto confirmó a GO Noticias que la primera medida adoptada fue el cierre de la terminal aérea local y que será la Junta Nacional de Investigación de Accidentes de Aviación Civil la que definirá quién realizará las pericias sobre la aeronave LearJey, matrícula LV-BPA, operado por la empresa Flying America S.A.
Un bebé de cinco meses de edad es que el pequeño pasajero que regresaba a casa de sus padres después de recibir atención en la Capital Federal. El paciente había sido derivado dos semanas tras presentar una enfermedad respiratoria. Actualmente, se encuentra «estable» con asistencia respiratoria mecánica en la clínica CEMEP de Río Grande, acompañado por su madre y su padre, que pertenece a la Armada Argentina.
“Estuve hablando con los padres, que están muy sentidos. Sobre todo el papá que es quien había viajado con el médico y la enfermera. Él me dijo que estaba muy agradecido por la buena atención que recibió en el vuelo y en el traslado. Todavía está muy sensible por todo, porque prácticamente el nene volvió a nacer”, señaló la médica que atendió al bebé en la ciudad de Río Grande desde el momento en el que ingresó por guardia.
“El bebé nació este año, fue diagnosticado de botulismo, estuvo muy severo en Buenos Aires y ahora regresa y sucede esto a minuto de dejarlo. Ambos padres están muy sensibilizados”, comentó la médica Margarita Álvarez en diálogo con el canal TN. “Cuando nos dieron la noticia, quedamos shockeados. Son muy pocos médicos los que hacen traslados aéreos y más a nivel pediátrico”, destacó la médica.