Esta historia se remonta al año 1924 cuando en el pueblo de Nome, en Noruega, el único medico de este pequeño pueblo de solo 2000 habitantes se encontró de frente con una batalla en contra de la difteria. Tenía varios elementos en contra, las temperaturas por debajo de los 0°C, lo remoto del pueblo, alejado de prácticamente todo y la falta de vacunas. El médico se imaginó el peor de los escenarios, la epidemia acabaría con el pueblo si no se obtenían las vacunas lo cual era prácticamente imposible de lograr para ninguna persona.
En 1925 la epidemia ya había puesto al pueblo en crisis, las vacunas no habían logrado llegar a tiempo por envío tradicional a través del puerto a causa de las heladas
Para una persona del pueblo buscar las vacunas si era una misión suicida pero había otros seres que si era posible que lograran la misión. Los perros.
Preparación de la misión de Balto y Togo
Ya estaba declarada la cuarentena total. El servicio público solo logró llevar las vacunas hasta Nenana, el pueblo más cercano que quedaba a más de 1000km de distancia. La helada era la más intensa de la historia y la sensación térmica era de -73° cuando se emprendió la misión de búsqueda de vacunas usando trineos halados por perros.
En condiciones normales el trayecto se llevaba acabo en 25 días pero en esta situación de emergencia sanitaria se ideo un plan de contingencia para llevar a cabo la entrega en 9 días, pero todo estaba en manos, o mejor dicho en las patas de los perros.
Se usarían dos escuadrones de perros, cada uno liderado respectivamente por Balto y Togo. Considerados los mejores líderes Mushers (nombre que reciben los trineos de perros) de la región.
Los perros debían trasladarse día y noche, había poco tiempo para el descanso, en total fueron reclutados 20 mushers y de ellos dependía la vida de todo un pueblo. El tramo más largo y peligroso fue liderado por Togo y su equipo de perros liderados por su guía Leonhard Seppala pero no era tarea fácil, Togo ya tenía 12 años pero su experiencia hizo que decidieran que el debía ser el líder de la misión.
Se requería de la experiencia de Togo porque habían tramos de colinas totalmente congeladas y otros con una capa de hielo muy frágil que podría desplomarse bajo el trineo, los perros debían encontrar el camino más seguro para transportar el suero. Togo debía conseguir salvar la vida de su guía, de los perros y salvar el suero por un trayecto de 563km !y lo logró¡
La travesía de Balto y Togo
Togo guió a su equipo a través de la oscuridad, llegando a la estación de Isaac’s Point donde el equipo apenas tuvo tiempo para descansar y partió a las 2 de la mañana en el punto más álgido de la tormenta para continuar su recorrido, con el hielo rompiéndose tras atravesar cada tramo, la velocidad del recorrido era crucial, pero aun faltaba el tramo más difícil, cruzar la montaña “Little McKinley”.de 1500 metros de altura.
Luego de completar esta difícil misión entraba en marcha la segunda etapa, esta sería llevada a cabo por Balto, el perro seleccionado para liderar la misión acompañado por su equipo de perros y su guía Gunnar Kaasen. Al final la misión culminó con éxito, los perros lograron entregar el suero a tiempo y sin romper una sola vacuna.
Aunque Balto se llevó los mayores méritos por ser quien hizo entrega de las vacunas y fue considerado un héroe, mérito que le valió una estatua, lo cierto es que la labor de Togo fue mucho más complicada y fue incluso más heroica que la de Balto. Togo no solo atravesó el tramo más complicado, también llevó a cabo el recorrido más largo y era un perro de una edad mucho más avanzada.
En ningún momento queremos desconocer la valentía y el mérito de Balto, pero lo cierto es que sin Togo quizás hubiera desaparecido todo un pueblo. Los diferentes equipos recorrieron un total de 1.085 km en 127 horas y media, lo que se consideró un récord mundial, un logro increíble debido a la inclemencia de las condiciones: temperaturas bajo cero, tormentas de nieve y vientos huracanados. Varios perros murieron con gran valentía durante la travesía.
En 2011 The Times junto con la documentación de NatGeo lo reconocieron y le rindieron un tardío pero merecido homenaje a TOGO al nombrarlo el perro más heroico y valiente de la historia…. Ver la película TOGO (2019) y la biografía de L. Seppala donde menciona que solo gracias a TOGO pudieron completar su etapa, que fue la más larga, difícil y peligrosa (aprox. 420 km)… TOGO fue un fantástico Husky con habilidades extraordinarias que fueron potenciadas por Seppala (el mejor musher de la época en Alaska, 1925) …durante su crianza y que luego continuó con su linaje hasta nuestros días, formándose la raza Seppala Siberian,… El Husky utilizado en la película (Diesel) es descendiente directo de Togo,… el gran heroe.
En cuanto a Seppala, que a pesar de criar cientos de huskys tuvo un contacto unico y vivencia muy especial con Togo….»mi compañero mas apreciado e inseparable», lo dijo muchas veces en las últimas entrevistas que le hicieron . Seppala vivió hasta casi los 90 años y al final de sus diás escribió en su diario biográfico, “Aunque mi camino ha sido duro muchas veces el final del recorrido parece bastante suave, con descensos y un cálido hostal del camino a la vista. Y cuando llego al final de la vía, siento que, junto con mis muchos amigos, mi gran Togo me estará esperando y sé que todo estará bien….muy bien.»