Uno de los retos más difíciles con las personas dentro de los trastornos del espectro autista (TEA), es la comunicación, ya que esta condición genera frecuentes problemas justamente con la comunicación y la interacción social a las personas que lo sufren.
Uno de los métodos que se usa en el mundo son los pictogramas, que en términos generales, es un símbolo o imagen que representa una palabra o idea. Todos los días vemos pictogramas en señales y etiquetas; la mayoría estamos familiarizados con el pictograma como por ejemplo «Prohibido fumar» publicado en edificios públicos.
En nuestro país, los pictogramas para las personas con TEA, son casi inexistentes a la hora de conseguir, por lo que se convierte en un recurso menos para las familias dentro de este mundo. Por ello, Ivanna Altesor, madre de un niño con TEA de 6 años, tomó la iniciativa de crear un emprendimiento donde las personas que lo necesiten pueden hacerse con los pictogramas y mejorar la comunicación de las personas con esta condición.
Para Ivanna, los pictogramas “estaban destinados principalmente a niños con autismo u otra condición, luego se fue ampliando su uso y también se está destinado a niños neurotípicos que necesiten ampliar o mejorar su vocabulario”, continuo “también son destinados a profesores de idioma español o inglés, ya que están disponibles en este idioma; para terapeutas, psicólogos y profesionales. El uso de los pictogramas es infinito y lo mejor es que es una herramienta que podemos utilizar en casa” detalló.
“Comencé a usar estos carteles con dibujos por recomendación de los profesionales mediante aplicaciones, luego asocié los gráficos con señales, comencé imprimiendo y pegarlos dentro de la casa para mejorar la comunicación con mi hijo Francisco, fue un camino difícil, pero luego que aprendió a usarlos todo mejoró notablemente” aseguró Ivanna.
“En el mercado uruguayo no hay muchos lugares para comprar este tipo de materiales y tantos otros que son más específicos de ciertas condiciones, otro punto es que el papá o la mamá muchas veces no puedan pagar por esta herramienta y no tienen el tiempo para imprimir, recortar, plastificar y hacer los dibujos de un material duradero, además de clasificar en la casa y buscar qué tipo de cosas poner en casa, eso te llevan mucho tiempo” dijo la creadora del emprendimiento.
“Como noté que me había funcionado este método, decidí crear Blue Mom, para trasladar mi granito de arena a los demás y ayudarlos de alguna forma. Por eso comencé a hacer los pictogramas y venderlos, pero desde el nacimiento de la idea sabía que tenía que llegar a todas las personas, por eso cree las redes sociales y canal de YouTube donde subo videos y tutoriales, no solo para las personas que pueden comprar los pictogramas que vendemos, sino para que las personas de bajos recursos tengan de forma gratuita los conocimientos de cómo usar estas herramientas, que no son milagrosas, pero es una opción más aparte de las profesionales” enfatizó.
Ivana, que también es madre de dos niños más, asegura que desde su experiencia ha aprendido que las familias dentro de este círculo no solo necesitan herramientas para comunicarse con sus familiares que sufren esta condición, sino que también precisan un lugar para conversar e intercambiar historias que puedan servir de desahogo.
“Más allá de la parte de la tienda, mi motivación siempre fue el respaldo que necesitan los padres, porque siempre estamos abocados a los niños, a las terapias y a todo lo que hay que hacer. Yo siempre me pregunto lo mismo, ¿dónde se apoya ese padre para poder sostener a su hijo?”, continúa comentando “en el futuro nos gustaría contar con un lugar físico, que también funcionen grupos, no sé si de autoayuda, pero sí de apoyo, con psicólogos a la cabeza y seguir un hilo conductor de las charlas, un lugar a donde el niño pueda hacer sus terapias, entre muchas otras cosas; a eso apunta Blue Mom”.
Uno de los objetivos del emprendimiento es convertirse en una fundación, ofrecer un espacio para poder hablar sobre el autismo y otras condiciones, brindar información que sea útil, intercambiar experiencias y vivencias.
“Poder comprender el autismo desde la etapa de la niñez hasta la adultez y nutrirnos de éstas. Acompañar desde nuestro lado, como familia, institución educativa, con tratamientos, entre otras cosas” enfatizó.
“El siguiente paso es conseguir un lugar físico, para que todo lo que te menciono ocurra ahí adentro, tener contacto con profesionales que puedan prestar sus conocimientos, funcionar no solo como un sitio que vende productos sino como un centro de información. Está de más decir que toda inversión del sector privado o público sería de mucha ayuda para cumplir el sueño” cerró.
Actualmente, Blue Mom funciona a través de una tienda Online: blue-mom.com, ahí puedes encontrar el resto de los canales oficiales de comunicación como redes sociales, WhatsApp y YouTube.