El Banco de Previsión Social (BPS) logró una reducción significativa en el atraso de expedientes vinculados a prestaciones jubilatorias durante los últimos cinco meses. Así lo informó la presidenta del organismo, Jimena Pardo, quien detalló que entre mayo y octubre el stock de trámites pendientes descendió de más de 58.000 a 23.000, lo que representa una disminución superior al 60% si se toma en cuenta solo el volumen existente al inicio del período.
Pardo recordó que, al asumir la actual administración, el organismo enfrentaba un nivel de retraso “crítico” en materia de pasividades y pensiones, un ámbito que definió como “la materia más sensible” dentro de las competencias del BPS. Según indicó, las demoras comprometían tanto la respuesta institucional como el acceso oportuno a ingresos fundamentales para miles de personas.
La jerarca explicó que el análisis del desempeño entre mayo y octubre muestra avances en varios frentes. En primer lugar, se redujo a la mitad el volumen de expedientes con atrasos de entre seis meses y un año. A su vez, disminuyó en alrededor de un 20% la cantidad de trámites con demoras superiores a un año. “La buena noticia es que bajaron más del 50% los trámites de entre seis meses y un año de antigüedad y casi 20% los de más de un año”, sostuvo.
El BPS procesa en promedio unos 8.800 trámites de jubilaciones y pensiones por mes, lo que implica que la gestión del stock no solo depende de resolver el atraso acumulado, sino también de atender un flujo constante de nuevos ingresos. Aun así, considerando el total de expedientes pendientes —incluidos los nuevos trámites ingresados en los últimos meses— la cantidad global pasó de 58.000 en mayo a 47.000 al 31 de octubre. Para Pardo, este comportamiento confirma que las medidas adoptadas no solo contribuyeron a reducir el rezago existente, sino que fortalecieron la capacidad operativa para evitar que la situación vuelva a desbordarse.
Las acciones que permitieron acelerar los procesos se implementaron durante julio y agosto y se centraron en dos líneas de trabajo. Por un lado, la simplificación de trámites y la definición de nuevos criterios para agilizar la revisión de los expedientes. Por otro, la incorporación de mejoras destinadas a optimizar la gestión futura, con el objetivo de evitar que vuelvan a repetirse niveles de acumulación como los registrados en el primer semestre del año. “Las medidas que implementamos en julio y agosto están funcionando”, afirmó Pardo, al destacar que la estrategia fue diseñada no solo para resolver la urgencia, sino también para corregir procesos estructurales.
Entre las medidas implementadas figuran la automatización de determinados pasos administrativos, la unificación de criterios técnicos, el fortalecimiento de los equipos abocados a las áreas críticas y la revisión de requisitos que complicaban o demoraban la tramitación. Si bien la jerarca no detalló en esta instancia todas las modificaciones adoptadas, subrayó que el enfoque tuvo como eje facilitar el acceso de los usuarios y evitar etapas innecesarias que históricamente han generado cuellos de botella.
La presidenta del BPS señaló que la mejora en los tiempos de respuesta contribuye a garantizar derechos fundamentales, ya que las jubilaciones y pensiones constituyen el principal sustento económico para buena parte de la población que accede a ellas. También recordó que estas demoras prolongaban períodos de incertidumbre para los solicitantes, por lo que reducirlas tiene un impacto directo en su calidad de vida.
En ese sentido, sostuvo que la nueva etapa de trabajo busca mantener una tendencia sostenida de reducción del atraso, acompañada por un monitoreo continuo para asegurar que la gestión se mantenga dentro de parámetros razonables. El desafío, afirmó, es consolidar un sistema que procese tanto el flujo mensual como el stock residual sin generar nuevas acumulaciones.

Aunque todavía quedan 23.000 expedientes correspondientes al atraso histórico, Pardo subrayó que haber desplazado el punto de partida en solo cinco meses representa un avance considerable. Además, remarcó que la reducción de expedientes con más de un año de antigüedad indica una corrección de rezagos que, en algunos casos, comprometían la celeridad que el organismo está obligado a garantizar.
Pardo insistió en que el objetivo del directorio es continuar el proceso de mejora con una lógica de modernización institucional. “No solo eran medidas para sacar stock, sino para hacer las cosas más fáciles para el futuro”, afirmó, en referencia a las transformaciones operativas que buscan evitar que vuelvan a generarse embudos administrativos.
De cara al próximo año, el BPS planea seguir evaluando el impacto de los cambios implementados y profundizar sus esfuerzos en simplificación, atención al usuario y digitalización de trámites. El organismo también mantiene un monitoreo permanente de los tiempos promedio de resolución, con el fin de identificar nuevas oportunidades de mejora.
Para Pardo, el proceso iniciado en mayo demuestra que es posible obtener resultados significativos en plazos relativamente cortos, siempre que exista una estrategia clara y una aplicación coordinada de medidas operativas. “Venimos muy bien”, sintetizó, aunque advirtió que la meta de normalización total requerirá sostener el ritmo y continuar ajustando los procedimientos.
En un contexto de fuerte demanda social y creciente presión sobre el sistema previsional, la disminución del atraso en expedientes jubilatorios se presenta como un avance relevante en la gestión pública, con impacto directo sobre miles de personas que dependen de estas decisiones para acceder a su prestación.


El gobierno anterior dejó un clavo de decenas de miles de expedientes trancados. Contrataron en su momento un montón de becarios, pibes con capacidad pero a los que no les enseñaron a trabajar, por lo que el atraso no sólo siguió sino que aumentó notoriamente. Veremos. En julio anunciaron 201 días de promedio de espera para quienes tuviesen el tramite terminado. Cómo es posible que en Caja Bancaria el interesado con un trámite de un día resuelva todo y al mes siguente ya reciba su jubilación? No es porque sean privilegiados, sino porque la Caja funciona bien.
Excelente la nueva gestión, se nota ganas y profesionalidad. Un trato humano que debería bajar al personal en general. Es difícil cambiar la mente y las actitudes de los funcionarios pero no creo sea imposible. Soy un agradecido por la atención que recibí de casi todos los funcionarios.