El exministro es acusado de colaborar con el intento de golpe de Estado que tuvo lugar el pasado domingo 8 de enero cuando multitudes arribaron a Brasilia y atentaron contra los edificios de los 3 poderes del Estado.
Torres, que ha negado las acusaciones, estaba a cargo de la seguridad en Brasilia en el momento de la asonada y se lo acusa de actuar negligentemente ante el atentado contra las instituciones. Torres tambíen es acusado de “connivencia” con los golpistas durante la jornada misma del pasado domingo.
El gobierno había advertido esta semana que si el exjeraca no volvía antes del lunes al país iba a “activar un proceso de extradición”.
“En caso de que la próxima semana no se confirme su comparecencia, está claro que por medio de los mecanismos de cooperación jurídica internacional, vamos a activar los procedimientos para llevar a cabo la extradición” había dicho el actual ministro de justicia Flávio Dino.
Como parte de las investigaciones contra Torres, la Policía Federal realizó un allanamiento en su vivienda donde, entre otros documentos, se encontró un borrador de decreto presidencial firmado en donde se resolvía la intervención del Tribunal Superior Electoral (TSE) como forma de desacreditar la legitimidad de las elecciones nacionales ganadas por Luiz Inácio Lula Da Silva una semana antes de los hechos de Brasilia.
