Ariel Irigoytia, presidente de la Asociación de Funcionarios del Casmu (Afcasmu), analizó la compleja situación que atraviesa la institución médica, destacando los conflictos laborales, las tensiones con la dirección y las preocupaciones sobre el futuro del Casmu. Entrevistado por el programa Mañanas de Radio de CX 36, Irigoytia no solo expuso los problemas actuales, sino que también criticó la gestión de la empresa y defendió los derechos de los trabajadores. Comenzó destacando que todos los trabajadores que estaban en seguro de paro han sido reintegrados a sus puestos de trabajo. Sin embargo, la situación dista de ser ideal. En una reciente reunión tripartita en el Ministerio de Trabajo, la actitud de los representantes del Casmu fue, según Irigoytia, «agresiva y violenta».
«Fue triste ver cómo se refirieron no solo a los trabajadores, sino incluso a una integrante de la Dirección Nacional de Trabajo», afirmó. Irigoytia también mencionó que fue tratado de «mentiroso» por parte de los representantes de la empresa, lo que llevó al ministerio a llamarle la atención a los representantes de la empresa. «Nosotros no caímos en ese juego de adjetivos, pero dejamos claro que la institución debe respetar los acuerdos firmados con la Federación Uruguaya de la Salud (FUS)», explicó.
Irigoytia señaló que la empresa ha intentado intervenir en las elecciones sindicales programadas para el 24 de abril, lo que considera una maniobra para influir en el resultado. «La empresa está desesperada por recibir la segunda parte de un préstamo (garantizado por el Estado) y por cobrar lo que supuestamente le debe Afcasmu. Creo que están generando un clima de tensión para presionar a los trabajadores y al gobierno», afirmó.
El sindicalista criticó lo que describió como un «juego maquiavélico» de la empresa, que busca «embretar a los trabajadores» y crear conflictos innecesarios. «No entiendo la lógica de querer mantener el sistema de salud en el Casmu, mientras se lo desmantela desde adentro», dijo Irigoytia, refiriéndose a la tercerización de servicios y la reducción de personal en áreas clave, como la limpieza.
Sobre este punto señaló «están tercerizando servicios y bajando la calidad. En una policlínica que funciona 12 horas, el personal de limpieza trabaja solo 6 horas. Esto no es bueno para nadie», explicó.
Irigoytia criticó el doble discurso de la empresa: «Dicen que no quieren que les compren por partes, pero están vendiendo el Casmu desde adentro. No entiendo la lógica de querer mantener el sistema de salud si no se toman medidas para fortalecerlo».
Además, el presidente de Afcasmu cuestionó la mantención de cargos gerenciales con altos salarios en un contexto de crisis económica. «Si bajaran esos cargos, quizás no resolverían la situación económica, pero sería un mensaje político claro hacia el gobierno, los trabajadores y los usuarios», afirmó.
Irigoytia lamentó asimismo la falta de diálogo entre la empresa y el sindicato. «Las únicas dos comisiones de relacionamiento que tenemos son la Comisión de Género y la Comisión de Salud Laboral, y eso solo porque están reguladas por ley», explicó.
Esta falta de comunicación ha generado un clima de desconfianza y tensión, lo que dificulta la resolución de los problemas que afectan tanto a los trabajadores como a los usuarios del Casmu.
Ariel Irigoytia dejó en claro que Afcasmu seguirá luchando por los derechos de los trabajadores hasta el último día. «Vamos a seguir reivindicando los derechos de nuestros compañeros, porque creemos en el Casmu y en su importancia para el sistema de salud uruguayo», afirmó.
Sin embargo, el líder sindical advirtió que la actual gestión de la empresa está poniendo en riesgo el futuro de la institución. «Si no cambian su actitud y toman medidas serias para fortalecer el Casmu, el desmantelamiento interno continuará, y eso afectará a todos: trabajadores, usuarios y el sistema de salud en general».