Luego de varios conflictos familiares y juicios por la tenencia del pequeño Lucio Dupuy, el 26 de noviembre del 2021 el menor fallece en Santa Rosa, capital de La Pampa, Argentina.Tenía tan solo 5 años de edad.
El niño fue llevado al Hospital Evita de Santa Rosa, donde se constató el deceso. Los médicos de guardia prohibieron el paso a Páez, ordenando el peritaje forense correspondiente por sospecha de maltrato físico.
La autopsia determinó que en efecto Lucio había sido víctima de maltrato. Dentro de los resultados del dictamen pericial se llegó a la conclusión de que los múltiples traumatismos le causaron la muerte, además se observaron otras lesiones en diversas partes del cuerpo y signos de maltrato de índole sexual.
Lucio fue asistido entre el período del 15 de diciembre del 2020 y el 23 de marzo del 2021 por cinco diferentes centros de salud de la capital de La Pampa por golpes, fracturas y traumatismos. En cada oportunidad, cuando las mujeres eran consultadas, daban una versión distinta de lo ocurrido, ocultando así, el maltrato al cual el niño era sometido.
Fue asistido el 15 de diciembre de 2020 por traumatismos de miembro superior, en el Hospital Evita. El 18 de diciembre del mismo año le diagnosticaron fractura a nivel de la muñeca y de la mano, en el Hospital Molas. En tanto que el 22 de enero de 2021 le constataron traumatismo de miembro superior, en la posta del barrio Río Atuel.
El 1 de febrero del mismo año llegó con un traumatismo en el cuerpo, nuevamente al Hospital Evita. El 23 de marzo, en el mismo centro médico, le diagnosticaron “mallet finger”, una deformidad en el dedo que se genera por una fractura.
Para el momento del deceso Lucio presentaba fractura de cadera y traumatismos a nivel de glúteo y pierna con data de aproximadamente 8 días, por lo cual no había sido asistido médicamente.
Las mujeres fueron encontradas culpables por el Tribunal de Justicia de La Pampa a cargo de la jueza Alejandra Ongaro y los dos jueces: Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora el pasado 2 de febrero, sin su presencia, por el delito de “homicidio triplemente calificado por el ensañamiento, por la alevosía y por el vínculo”.
A la madre del pequeño, se la encontró autora material del delito y a su pareja, también autora material por “homicidio doblemente calificado por la alevosía y ensañamiento” con el agregado de “abuso sexual gravemente ultrajante”.
En un principio fueron recluidas en la Comisaría Seccional Sexta de Santa Rosa, en La Pampa, pero debieron ser trasladadas al Complejo Penitenciario N°1 de San Luis a causa de las agresiones recibidas por parte de otras reclusas.
En el veredicto estuvo presente el padre y el abuelo de Lucio, Christian y Ramón Dupuy quienes recibieron la condena con los ojos llorosos y al finalizar la lectura del mismo intercambiaron un fraterno abrazo. Junto a ellos se encontraban representantes de organizaciones en defensa de los derechos de niños y adolescentes.
El abogado de la familia Dupuy, José Mario Aguerrido sostuvo al culminar la audiencia que “lo visceral era la cuestión de la responsabilidad, nos interesaba toda la imputación, pero la cuestión de la responsabilidad por el homicidio agravado que iba a importar la prisión perpetua” y agregó “conviví un año y dos meses con el horror, todo el tiempo” manifestándose emocionado al respecto.
Perspectiva de género en la justicia
La Fundación “Más Vida” denunció a la jueza Ana Clara Peréz Ballester, letrada que le adjudicó en el 2020 la tenencia de Lucio Dupuy a su madre, por la violación de los deberes de funcionario público.
Por su parte, el abuelo paterno del niño, Ramón, también apuntó contra la magistrada y sostuvo “La tercera asesina (de mi nieto) es Ana Clara Pérez Ballester, una jueza de minoría de General Pico. Acá hay tres asesinas: dos son las que lo mataron a Lucio y una que lo entregó en bandeja de oro para que lo mataran”. Insiste en que hubo “odio de género”, y considera que esto es parte de los motivos del crimen: “Querían perjudicar al padre”, sentenció.
La sentencia, prisión perpetua para ambas acusadas.
Este viernes 17 se conoció finalmente la condena de Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez por los delitos de “homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento” y “homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento, con el delito de abuso sexual con acceso carnal por vía anal ejecutado con un objeto fálico y por haberse cometido contra un menor aprovechando la situación de convivencia preexistente” respectivamente. Sin embargo, la madre fue absuelta de los cargos de abuso sexual por falta de pruebas. En ninguna de las dos sentencias el Tribunal consideró el odio de género como agravante.
Actualmente se encuentran en una misma celda y aisladas del resto de la población carcelaria, donde reciben ayuda psiquiátrica lo que causa la indignación de los familiares de Lucio y la opinión pública quienes reclaman que deben ser separadas, ahora que ya fue fijada la condena.
Dentro de las pruebas presentadas al tribunal que ayudaron a determinar la culpabilidad de ambas mujeres y a establecer las penas se encuentran los chats de WhatsApp entre ambas, donde confesaban el abuso y maltrato reiterado, el informe médico de Lucio y los resultados de la autopsia.
