El pasado viernes 2 de febrero, una temperatura por encima de los 33 grados se presentó en la región de Valparaíso a 100 kilómetros al oeste de Santiago de Chile, esto trajo como consecuencias que se generarán incendios forestales que arrasaron rápidamente con todo lo que encontraron a su paso. Hasta ahora la cifra de fallecidos aumentó a 112 de los cuales solo 32 han podido ser identificados.
Esta temperatura que generó el desastre fue calificada por los meteorólogos como “extremadamente alta e inusual” para esa zona costera. Las autoridades aseguraron que el número de fallecidos podría seguir aumentando y además alrededor de 15.000 viviendas se vieron afectadas.
Tras la reunión del Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid), en base a los últimos datos recogidos por el Servicio Médico Legal (SML), Monsalve detalló que habría un total de casi 40.000 personas afectadas por la destrucción de viviendas (sea por completo o de menor intensidad).
El presidente chileno, Gabriel Boric, dijo que “es la tragedia más grande que hemos vivido como país desde el terremoto del 27 de febrero de 2010”. La autoridad confirmó que se espera que las condiciones climáticas sean favorables, para facilitar las labores de extinción: “El principal cambio es que vamos a dejar de tener condiciones extremas, se mantendrán altas temperaturas, pero no extremas, y tendremos nubosidad en las mañanas, lo que es más favorable para el control de incendios”, explicó.
El gobernador de la región, Rodrigo Mundaca, anunció en un punto de prensa tras una reunión entre las autoridades y las instituciones regionales que hay “unanimidad de criterios” en mantener la medida, aunque aún hay que definir el horario.
Mundaca también reiteró que están investigando la posibilidad de que los fuegos hayan sido intencionados debido a que muchos surgieron de manera simultánea. “No sabemos si esto es una banda organizada o si son pirómanos será la justicia quien dirima aquello se están buscando a los culpables”, agregó.
Las imágenes de la zona afectada son devastadoras e impactantes, una mujer que estaba en la zona describió los hechos a la prensa local, “En solo 10 minutos, el fuego estaba con nosotros. Había humo, el cielo se volvió negro y todo estaba oscuro. El viento era como un huracán. Era como estar en el infierno” aseguró.
