Esta semana se celebró la VII Reunión de Diálogo entre el Mercosur y la República Popular China, con sede en Montevideo y bajo la Presidencia Pro Tempore de Uruguay, llevando a concretarse una de las prioridades que nuestro país definió al asumir este cargo bajo el objetivo de que el diálogo se fortalezca, en un ámbito cuyas primeras cinco reuniones se hicieron entre cortos plazos de tiempo, pero a la penúltima habían pasado 14 años y ahora 6.
El Mercosur es el principal receptor de inversiones extranjeras en Sudamérica y si nos remontamos en el tiempo tan solo seis años después de fundado (1991) en 1997 una delegación encabezada por el Embajador Aispirosa de Uruguay, que ocupaba la presidencia pro tempore del bloque, visitó China llevándose a cabo el primer diálogo, repitiéndose en 1998, 2000, 2003, 2004 y 2018.
Siguiendo este historial de la relación entre China y el MERCOSUR, en el segundo diálogo en 1998 que tuvo lugar en Brasilia, el Parlamentario argentino Carlos López destacó para la edición 36 de la revista Parlasur que “se acordó mejorar las relaciones comerciales y promover la cooperación tecnológica entre las empresas”. En el año 2000 se volvió a celebrar dicha reunión en Beijing, donde “se discutieron los desafíos del comercio internacional y la necesidad de explorar nuevas ideas para mejorar la cooperación”.
Continuación de contactos
Montevideo fue sede en la reunión establecida en 2003 con nuestro país en ejercicio de la Presidencia Pro Tempore del Mercosur, donde coincidieron que, ante las transformaciones que atravesaba la situación internacional y regional, el fortalecimiento del intercambio y la cooperación entre China y el Mercosur revestía un significado de especial relevancia, con un potencial enorme y se manifestaron dispuestos a adoptar medidas para lograr resultados tangibles. Un año después en la capital del gigante asiático “se discutieron oportunidades para el desarrollo de las relaciones y se inició la negociación de un Acuerdo de Libre Comercio”.
En 2018 la celebración de dicha reunión se consagró bajo la presidencia pro tempore uruguaya, volviéndose un hito transcendente por cumplirse 14 años de la última; meses antes el expresidente Tabaré Vázquez había expresado al Mercosur: “es el principal socio comercial del Mercosur, ¿podemos prescindir de ese socio? ¿Qué esperamos para relanzar ese mecanismo de diálogo?”. Durante la VI reunión se reafirmó el compromiso con la integración regional y con el sistema multilateral de comercio abierto, inclusivo, transparente y no discriminatorio.
Interés uruguayo
Es de público conocimiento el interés que durante años ha tenido Uruguay en iniciar un acercamiento comercial con China, desde el 2015 es impulsor de un tratado de libre comercio (TLC) con el gigante asiático a través del Mercosur o de un acuerdo bilateral. Actualmente la relación bilateral entre Uruguay y China se elevó a una “asociación estratégica integral”, demostrando el interés que hay en generar y fortalecer intercambios, pero el impacto del gigante asiático es diferente en cada país que integra el Mercosur, lo que ha generado diferencias a la hora de construir acuerdos.
Este acuerdo no solo nace por parte de nuestro país, sino que en 2016 China expresó este deseo, mediante un documento sobre su política hacia América Latina y el Caribe, pero este plan se ha materializado sólo con Chile, Perú y Costa Rica, luego solo mantuvo acuerdos de menos escala con el resto de los países, limitados en algunos casos por las reglas rígidas del Mercosur.
En cuanto a estos, se destaca la cooperación científico-tecnológica y educativa, que permitió en los últimos años que China y el Mercosur realicen intercambios de más de 20.
000 estudiantes y académicos y se desarrollen proyectos conjuntos en áreas claves como biotecnología, energías renovables y tecnologías de información y comunicación.
Además, poseen un fuerte trabajo en desarrollo sostenible, en 2018 firmaron un acuerdo de colaboración para la protección de áreas naturales y la promoción del ecoturismo; entre 2015 y 2020 se llevaron a cabo más de 50 proyectos conjuntos de desarrollo sostenible en áreas como adaptación al cambio climático, gestión de recursos hídricos y energía renovable. La lista de intercambios es enorme y abarca muchas áreas.
En el ámbito comercial han experimentado un aumento significativo en los últimos años, en el último semestre de 2023, China fue el principal destino de las exportaciones y de las importaciones del Mercosur.
Si bien a lo largo de los años se han promovido acuerdos bilaterales, cuando la negociación de un acuerdo de libre comercio que involucre al bloque regional entró en agenda generó tensión entre los países que lo componen (Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay).
El actual presidente Luis Lacalle Pou aclaró que nuestro país no está dispuesto “a quedarse quieto” y buscó la flexibilización del bloque para poder negociar acuerdos con terceros de forma bilateral, generando aún más controversia entre los socios pese a la positiva conclusión de un estudio de factibilidad realizado por Uruguay.
Actualmente China busca que el TLC avance con el bloque y las posibilidades de que así sean se ven un escenario posible, donde Brasil y Paraguay tienen una postura tendencial a realizar el acuerdo y Argentina, que era el principal opositor, mostró flexibilización en la última reunión de ambos presidentes. Ahora resta que Uruguay ponga sobre la mesa nuevamente la propuesta.
Las relaciones entre China y el Parlamento del MERCOSUR (PARLASUR) se han intensificado en los últimos años, gracias a diferentes encuentros entre legisladores, además, este año el Mercosur y China reanudaron su diálogo celebrándose la VII ronda del Mecanismo de Diálogo tras seis años de la última, una vez más bajo la presidencia pro tempore uruguaya. En esta ocasión se llegó al acuerdo de realizar la VIII reunión en 2025 y el gigante asiático se comprometió a elaborar y presentar una hoja de ruta para profundizar en su acercamiento con el bloque. El subsecretario de Relaciones Exteriores, Nicolás Albertoni, expresó que se irá avanzando en “temas de sensibilidades decrecientes”, porque, aunque “el acceso a mercados está en el horizonte” en la espera se irá avanzando “en temas de cooperación e inversiones”.
