El Ministerio del Interior activó este domingo un amplio operativo de seguridad por el clásico entre Nacional y Peñarol, que se jugará a las 16:30 en el Gran Parque Central, en la segunda final del Campeonato Uruguayo 2025. Desde las seis de la mañana comenzaron los despliegues y a partir de las 12:30 se implementará un sistema de vallado que establecerá una zona de exclusión vehicular en el barrio La Blanqueada.
El dispositivo abarca el cuadrante delimitado por avenida 8 de Octubre, Estero Bellaco, Monte Caseros y Pedro Olmida. En esa área no se permitirá la circulación de vehículos durante gran parte de la jornada, en un intento por reducir riesgos y garantizar los traslados seguros hacia el estadio.
El ministerio anunció que se aplicará un sistema de doble control de acceso. En el primer anillo, ubicado en las inmediaciones del estadio, habrá pórticos donde se verificará que cada persona cuente con la entrada correspondiente y su documentación. El segundo control será en las puertas del Gran Parque Central, donde solo está autorizado el ingreso del público local. En ambas instancias funcionarán cámaras de reconocimiento facial para detectar a personas impedidas de asistir a espectáculos deportivos.
Las puertas del estadio abrirán a las 13:30 horas. Antes del ingreso del público, equipos de la Guardia Republicana inspeccionarán las instalaciones. La Policía exhorta a concurrir con antelación para evitar aglomeraciones y facilitar un ingreso fluido.
Las autoridades también detallaron los objetos permitidos y prohibidos. Entre los permitidos figuran radios portátiles con pilas chicas, bombos y tambores con lonja transparente (según coordinación previa), banderas de hasta 2 por 1 metro, termo y mate, así como carteras, mochilas y bolsos pequeños.
En cambio, está prohibido ingresar con pirotecnia, bebidas alcohólicas, objetos que puedan utilizarse como armas, material racista, xenófobo o político que incite a la violencia, elementos peligrosos o inflamables, animales (excepto los de asistencia) y paraguas.
Con un operativo que moviliza a casi 900 policías, reconocimiento facial y un perímetro de seguridad reforzado, el clásico se jugará bajo un esquema de vigilancia excepcional en La Blanqueada.
