Uno de los elementos fundamentales que caracterizan a cualquier región es su gastronomía. Grecia es la cuna de nuestra civilización y los griegos antiguos fueron de los primeros en crear el concepto de gastronomía.
En Grecia comenzaron a dar valor a los cocineros innovadores que creaban platos especiales. También disponían de múltiples tiendas especializadas en comida.
Claro está que el concepto de gastronomía ya por entonces estaba también ligado a la vida social. Es un hecho que gracias a su clima benigno los griegos vivían más en la calle que sus vecinos nórdicos.
La cocina griega antigua consiguió sentar las bases de una cocina mediterránea de ingredientes variados, elaborada y sobre todo equilibrada.
Hoy en día son numerosos los estudios que han logrado demostrar los beneficios de la gastronomía griega sobre la salud de los individuos.
Podemos enmarcar la cocina griega en la esencia de la dieta mediterránea pero con la presencia de matices y aromas de tipo oriental. Son cuatro las características principales con las que podríamos definirla:
El uso de ingredientes frescos variados y de buena calidad
El empleo de diferentes hierbas y especias aromáticas
La utilización del aceite de oliva como grasa principal, proveniente de los olivos cultivados en su territorio
La sencillez en la elaboración de los platos
Los principales platos de la cocina griega
Conjugando todo eso conseguimos una dieta nutritiva y equilibrada. Dentro de la cocina griega prevalece el uso de verduras y hortalizas cultivadas en el propio país.
Destaca especialmente el empleo de las berenjenas, los pimientos, las alcachofas y las espinacas.
La Horiatiki Salata es la ensalada griega por excelencia que se emplea para acompañar a casi todos los platos. Sus ingredientes son el tomate, aceitunas negras, cebolla, pepino, pimiento verde y queso feta y se aliña con aceite de oliva y orégano.
Con respecto a los pescados, los griegos los pescan en sus costas y los consumen bien fritos, a la plancha o a la parrilla. Pero sin duda, prefieren el consumo de carne, siendo el cordero su ingrediente principal.
Así encontramos platos como los ragús de cordero y hortaliza, los pinchos de cordero con cuscús, el cordero acompañado de patatas y guisantes o los pilafs, que es un plato que se hace con cordero guisado con salsa y arroz.
La carne de ternera y de cerdo también tiene una presencia importante en la cocina griega. La musaca es uno de los platos de carne más característicos de la gastronomía griega, se trata de una especie de lasaña en la que las capas de carne se alternan con otras de berenjenas.
La repostería griega tiene una clara influencia oriental, abundando los pasteles con base de hojaldre y miel.
En cuanto a las bebidas, el ouzo es uno de los licores propios de este país, se elabora a base de uvas, anís, alcohol y azúcar. Se puede tomar como aperitivo y también para brindar cuando se acaba de comer.
El Raki es un licor transparente típico de la isla de Creta. El vino más típico de Grecia es la retsina, un vino blanco o rosado al que se le añade un toque de resina en el momento de la fermentación. También el café griego sigue un proceso de elaboración especial.