El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha pedido a los campesinos que liberan a los policías que mantienen retenidos en una zona rural de Caquetá, en unas protestas que han dejado ya dos muertos, y que no se dejen influenciar por quienes quieren destruir «el primer gobierno progresista de este siglo» en el país.
«Tenemos un movimiento popular que por su exclusión y por el influjo de grupos que quieren destruir este gobierno y sumir a Colombia en la guerra, ha terminado asesinando un joven policía campesino», ha escrito Petro en Twitter.
En la mañana del jueves un grupo de personas ha irrumpido en las instalaciones que la compañía petrolera Emerald Energy tiene en una zona rural del municipio de San Vicente del Caguán, en plena Amazonia colombiana, en señal de protesta por el incumplimiento de algunos de los compromisos de la empresa con las poblaciones de alrededor, como pavimentar algunas de las vías de acceso.
Como consecuencia de los choques entre campesinos y policías, hay dos muertos, un civil y un subteniente. Las protestas, que se recrudecieron el miércoles tras varias semanas, han dejado 40 heridos y cerca de un centenar de personas retenidas, la mayoría de ellas agentes, aunque también hay personal de esta petrolera.
«Las extremas se juntan en la práctica», ha dicho Petro, quien confía en la «colaboración» de los campesinos para liberar a los funcionarios que siguen retenidos «antes de que se propicie una nueva escalda de violencia».
Solicitud a la Cruz Roja
A su vez, ha solicitado a la Cruz Roja su presencia para atender las personas retenidas, mientras que la Fiscalía, «como es su deber», investigará e «individualizará» a los responsables de estas dos muertes. «Es la paz el objetivo del pueblo, no destruyan su posibilidad», ha demandado.
Posteriormente, el ministro del Interior, Alfonso Prada, ha condicionado cualquier negociación a la liberación de los policías y trabajadores de la empresa que se encuentran retenidos desde hace casi dos días.
«Un requisito absolutamente insuperable para sentarnos a dialogar (…) es la liberación inmediata de los miembros de la Policía y de los seis trabajadores», ha dicho Prada, quien ha insistido en que no hay «ninguna posibilidad» de que el presidente o los ministros negocien mientras todas estas personas sigan retenidas.
Problemas en aumento
Prada ha detallado que los problemas han ido en aumento en las últimas 48 horas hasta alcanzar la «tragedia» que ha supuesto la muerte de un campesino y un agente. «En nombre del Gobierno Nacional reitero nuestras condolencias a la Policía y a la comunidad de Los Pozos», ha expresado.
Por último, y a pesar de la violencia que se ha desatado, el ministro del Interior ha pedido no estigmatizar los movimientos campesinos, pues el Gobierno no descarta que haya presencia de grupos armados ilegales, como las disidencias de la desaparecida guerrilla de las FARC en la protesta.
«Alrededor de estos territorios se mueven estructuras armadas, grupos ilegales», que «hostigan, combaten y asesinan» a estas comunidades campesinas, cuyo movimiento social, ha dicho velarán para que no sea estigmatizado.
Sin embargo, ha aclarado que no se debe caer «en la imbecilidad» de pensar que no hay factores que «pretendan utilizar la movilización social para intereses particulares e ilegales», a los cuales, ha advertido, caerá toda la fuerza estatal.
«A los campesinos les extendemos siempre la mano para el diálogo. Los campesinos de todo Colombia merecen ser respetados y tenidos en cuenta no solo por el Gobierno Nacional y el Estado, sino por la sociedad entera», ha dicho.
