Fox, de 39 años, ha sido condenado este martes a pasar los próximos 16 años entre rejas y no a cadena perpetua como pedían los fiscales, después de que el juez federal Robert Jonker cuestionara que se tratara de un «líder natural» en toda esta trama, tal y como argumentaba la acusación.
«No creo necesaria la cadena perpetua para lograr el importante factor de disuasión pública» que supone el veredicto, ha explicado el juez Jonker, quien ha asegurado que no ha encontrado pruebas que le hagan creer que Fox es el tipo de persona al que podría seguir un grupo de manera instintiva.
Mientras tanto, la acusación ha insistido en que Fox buscaba «una segunda Guerra Civil, o una revolución» y que seguirá siendo un hombre peligroso, incluso «más radicalizado», cuando salga de prisión, informa la NBC.
Fox es la tercera persona que irá a la cárcel por estos hechos tras Kaleb Franks y Ty Garbin, aunque con penas de entre dos y cuatro años. Ellos formaban parte de una milicia de ultraderecha que se autodenominó Wolverine Watchmen y en la que también estaban otras dos personas que finalmente fueron absueltas.
El sexto en discordia es Barry Croft Jr, quien está previsto que conozca su sentencia este miércoles. Tanto él como Fox fueron considerados los cabecillas de esta trama. Según la investigación estos hombres estaban descontentos con las medidas y restricciones que impuso la gobernadora para frenar la COVID-19, por lo que decidieron orquestar su secuestro.
El caso se remonta a principios de 2020, cuando el veterano del Ejército Dan Chappel se unió a este grupo, pero quedó alarmado por las intenciones del resto, quienes hablaban incluso de matar a varios policías. Desde aquello, se convirtió en informante del FBI y fue un testigo clave en el juicio contra estas personas.