Según un informe emitido por el Cuerpo de Bomberos, la vivienda presenta un notable deterioro en su estructura, lo que supone un riesgo inminente de derrumbe y la convierte en un entorno no apto para la habitación.
En los días previos, se había establecido un perímetro de seguridad que abarcaba la totalidad de la calle, así como la acera adyacente a la edificación, impidiendo el paso por el área. Personal de los Bomberos, funcionarios de la Intendencia de Montevideo y agentes de la Policía se encuentran trabajando en el sitio. La demolición está bajo la responsabilidad de la intendencia, mientras que el Cuerpo de Bomberos realiza una inspección exhaustiva para confirmar que no haya personas dentro antes de iniciar los trabajos programados para este jueves.
Si en caso contrario se descubriera la presencia de ocupantes, se procederá conforme a los protocolos legales y judiciales pertinentes. Cabe destacar que el 23 de julio pasado, el edificio ya había sido evacuado debido al riesgo que presentaba.
En una conferencia de prensa, el director interino de Seguridad Edilicia de la Intendencia de Montevideo (IM), Daniel Luzardo, proporcionó una explicación detallada sobre el operativo en curso.
“No se trata de una demolición, es un derrumbe controlado. Por el estado en el que está la finca es imposible hacer una demolición convencional. Estamos haciendo un operativo en conjunto con Bomberos y la Policía: ellos nos van a dar las garantías de que no hay nadie adentro de la finca, y vamos a proceder con una máquina a propiciar el derrumbe”, dijo Luzardo.
Este operativo fue resultado de un proceso que se inició tras la denuncia de dos personas en situación de calle que se encontraban residiendo en la vivienda que ahora será demolida.
