La primera víctima es una mujer de 48 años que recibió un disparo cuando estaba en un coche cerca del paseo marítimo de la localidad. La segunda fallecida, de 50 años, estaba en la calle Roma de la ciudad y no ha podido ser reanimada pese a los esfuerzos del personal sanitario, según informa la agencia de noticias ADNKronos.
El sospechoso se quitó posteriormente la vida empleando un arma de fuego cerca de una comisaría.
La prensa italiana asegura que el asesino mantenía una relación sentimental extramatrimonial con la primera víctima. Ha sido identificado como Salvatore La Motta, de 63 años, hermano de un conocido mafioso, Benedetto La Motta, acusado de ordenar un asesinato perpetrado en octubre de 2016.
«Estoy impactado», ha declarado el alcalde de la localidad, Enzo Caragliano. «Nuestra comunidad no tiene nada que ver con la imagen violenta que se está transmitiendo en los medios. Yo no conocía ni a las víctimas ni al presunto homicida. Nuevamente se dispara a mujeres. Nuevamente sin testigos», se ha lamentado.
«Ningún acto de violencia puede justificarse, ninguna motivación es nunca aceptable. Quizás se pueda pensar en un acto loco, porque solo la pura locura puede estar detrás de tanta violencia», ha añadido Caragliano.
