El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha anunciado un nuevo estado de excepción de 60 días que afectará a la capital, Quito, y a seis provincias del país, así como a un municipio de una séptima provincia. Esta medida, que busca hacer frente al «conflicto armado interno» contra las bandas del crimen organizado, fue decretada a principios de año.
El estado de excepción abarca las provincias de Guayas (donde se encuentra Guayaquil, la ciudad más poblada del país), Los Ríos, El Oro, Manabí, Santa Elena y Orellana. Además, incluye el cantón de Camilo Ponce Enríquez, un área minera en la provincia de Azuay que ha sido objeto de disputas entre grupos criminales involucrados en la minería ilegal.
La Corte Constitucional revisará la medida, que se enmarca en los esfuerzos del gobierno por contener la violencia y la inseguridad provocadas por el crimen organizado en el país. Esta declaración llega en un contexto de creciente preocupación por la seguridad pública en Ecuador, donde el narcotráfico y las actividades ilícitas han incrementado en los últimos años.