A través de una transmisión nacional, el mandatario comunicó que había firmado un decreto para disolver la Asamblea Nacional debido a la «grave crisis política y conmoción interna» que su país enfrenta, en el contexto de su juicio político.
Además, convocó a elecciones que también reemplazarían su propio cargo. Se estableció un plazo de siete días para analizar la fecha de los próximos comicios.
El proceso del juicio político se inició el martes con las exposiciones de los asambleístas Viviana Veloz y Esteban Torres, quienes intentaron argumentar las razones por las cuales Lasso debía enfrentar el juicio político.
El argumento principal fue que Lasso no había dado por terminado el contrato entre Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec) y el consorcio Amazonas Tankers, lo cual había generado perjuicios para los ingresos estatales.
Tras la presentación del presidente, los legisladores tuvieron diez minutos para intervenir y, de acuerdo con la constitución, disponen de cinco días para reunirse y votar sobre la destitución, un proceso que requiere el apoyo de 92 asambleístas.
Luego de conocida la disolución del congreso el expresidente ecuatoriano Rafael Correa expresó en su cuenta de twitter que la medida adoptada por Lasso era ilegítima: “Lo que Lasso hace es ilegal. Obviamente no hay ninguna «conmoción interna». Tan solo no pudo comprar suficientes asambleístas para salvarse. En todo caso, es la GRAN oportunidad para librarnos de Lasso, de su Gobierno y de sus asambleístas de alquiler, y recuperar la Patria”, publicó el ex mandatario.
