El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, vetó parcialmente en la noche del martes la ley que reglamenta el aborto en casos de violación. «Mis decisiones siempre se enmarcarán en los límites definidos en mis funciones constitucionales. Por eso he decidido incluir observaciones al proyecto de ley con el objetivo de que este guarde absoluta concordancia con el dictamen de la Corte Constitucional», dijo el mandatario en un comunicado.
El pasado 17 de febrero, con 75 votos a favor el Pleno de la Asamblea Nacional aprobó la ley para regular el aborto por violación y estableció un máximo de 12 semanas de gestación para que se practique la interrupción del embarazo para esos casos y un plazo excepcional hasta las 18 semanas de gestación para niñas, adolescentes, mujeres de la ruralidad, de pueblos y nacionalidades indígenas.
El martes Lasso dijo que los plazos se deben unificar tanto para casos en el sector rural como en el sector urbano en 12 semanas. «Todos somos iguales ante nuestra Constitución y las leyes», argumentó. Según el presidente, establecer diferencias legales entre ciudadanos basados en lugares de nacimiento o condiciones de origen sería contrario a ese principio. (Sputnik).
Anteriormente sobre el aborto en Ecuador
Con 75 votos afirmativos, el Pleno de la Asamblea Nacional de Ecuador aprobó en febrero el texto final de la Ley que garantizará el aborto en caso de violación.
«Con 75 votos afirmativos, el Pleno Legislativo aprueba el nuevo texto final íntegro del proyecto de Ley Orgánica». El mismo Garantiza la Interrupción del Embarazo en caso de violación», informó la Asamblea en su cuenta de la red social Twitter tras la votación. El proyecto aprobado establece un máximo de 12 semanas de gestación para que se practique el aborto en caso de violación. A su vez fija un plazo excepcional hasta las 18 semanas de gestación para niñas, adolescentes, mujeres de la ruralidad, de pueblos y nacionalidades.
El documento final se reformuló en esa oportunidad por la Comisión de Justicia de la Asamblea, tras una primera votación en la que alcanzó 66 votos. Una primera votación que se reconsideró para finalmente dar paso al nuevo texto. No obstante y pese a esto, debía pasar por las manos de Lasso, quien en reiteradas ocasiones se había manifestado contrario.