Editorial artesanal «Cuenta, imagina y crea»: la imaginación se da la mano con el arte de contar

La historia de un pequeño insecto y como enfrenta la vida.

Disfrutemos de la vida, los amigos, la familia. Enseñemos a quienes nos rodean a compartir  lo que parece más simple pero que en realidad es más importante: la vida, la amistad, la familia, los amigos.

En un día de mucha humedad nació un pequeño insecto, un mosquito.

Cuando este abrió los ojos vio todo borroso debido a la neblina que había.

Comenzó su vuelo bajito, muy atemorizado y sin entender nada, observó a una vieja mosca que sobrevolaba muy bajo y le preguntó – ¿qué haces?.

Esta le respondió – ¿Por qué no te preocupas en comer algo y dejas de molestarme? ¡La vida es muy corta para perder el tiempo! El pobre mosquito chiquitito, indefenso y sin descifrar lo que la mosca le había dicho sobre la vida, se alejó cabizbajo.

Un atrayente zumbido que escuchó cerca lo hizo llegar hasta el lugar, viendo a montones de mosquitos  iguales a él persiguiendo a otros animales que caminaban por una enorme y espléndida pradera.

Algunos gritaban que la vaca estaba gorda y muy sabrosa, otros alertaban que se cuidaran y esquivaran su cola. ¡Claro! El animal viéndose atacado, se movía afanosamente y aplastaba con la cola contra su cuerpo a muchos de sus semejantes, otros mosquitos.

Al mosquito le gusto la idea de volar muy rápido y esquivar la cola de la vaca, así que joven cómo era, rápido y veloz,  voló apresuradamente para reunirse e imitar a los demás.

Ya entreverado entre el enjambre, noto que los que lo lograban picoteaban al animal quedaba muy satisfechos, y así comprendió su primera lección, esa era la forma en que se alimentaban.

Pero le preocupaba tener que pasarse la vida haciendo solo eso, y viendo que sus compañeros no intentaban cambiar de actividad se alejó del montón.

Volando no muy alto pero con más confianza siguió su propio camino,  Contemplo ríos, árboles multicolores, animales de otras especies y ciudades, además muy asombrado conoció el ruido de los autos, sin saber el nombre de cada objeto ni animal al que admiro.

Conoció una hembra que lo enamoró, pero después de unas horas prosiguió su camino allí la dejó sin temor a extrañarla.

Al otro día en un nuevo amanecer, retomó su viaje  deleitándose con los majestuosos paisajes.

Se sintió feliz, muy feliz ¡pero quería saber más!  y en ese mismo momento ya muy cansado y cerca del anochecer, recordó lo que le había dicho la mosca  su primer día de vida, y si pensó  ¡ la vida es muy corta! pero la disfruto al máximo, aprendiendo, conociendo y tratando de hacer amigos.

Así que pudo ponerse a reposar al fin, tranquilo, y sin saber que él solo vive dos o tres días, algunas horas de los trescientos sesenta y cinco días que tiene un año para nosotros los humanos.

Sin embargo los supo aprovechar. AÑO 2014

Autora María Fernanda Peralta

Público meta de 4 años en adelante.

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Editorial artesanal: Cuenta, Imagina y Crea 
Montevideo – Uruguay

2 Comments

  1. Un cuento para reflexionar , un hermoso cuento para niños y grandes.Una vez más Maria Fernanda Peralta captura la atención del lector con lenguaje claro y sencillo que ofrece en su contenido un nensaje valioso.Felicitaciobes.

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