El economista argentino Eduardo Basualdo falleció a los 79 años, dejando un legado significativo en el ámbito de la economía del vecino país. Su trabajo sobre la deuda externa y la formación de grupos económicos durante la dictadura cívico-militar son algunos de sus aportes más destacados. Además, fue un formador de numerosos economistas, especialmente aquellos cercanos al progresismo y al peronismo.
Basualdo obtuvo su licenciatura en Economía en la Universidad Católica y un doctorado en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA). En sus últimos años, trabajó como investigador científico en el CONICET y fue Coordinador del Área de Economía y Tecnología de FLACSO. También formó parte del Instituto de Estudios sobre Estado y Participación (IDEP) de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y fue miembro de la Comisión Directiva del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
La expresidenta argentina Cristina Kirchner despidió a Basualdo en sus redes sociales, destacándolo como «prestigioso economista e historiador argentino». Apreció su trabajo en el análisis del endeudamiento y su impacto en la economía argentina, lamentando su muerte como «una inmensa pérdida para el pensamiento nacional».
Asimismo, el exviceministro de Economía de Argentina, Roberto Feletti, recordó a Basualdo como «el maestro de al menos dos generaciones» que aprendieron a pensar la economía desde los intereses del país. Feletti enfatizó que sus estudios sobre deuda externa y grupos económicos son fundamentales para comprender los problemas estructurales de Argentina y los desafíos que enfrenta.