En un contexto donde los costos de transporte continúan en aumento y la conciencia ambiental crece, el carpooling se posiciona en Argentina como una solución accesible, eficiente y ecológica. Esta modalidad, que consiste en compartir un vehículo entre personas que no se conocen para realizar un trayecto común, ha ganado impulso gracias a plataformas digitales como Viatik, que facilitan la conexión entre conductores y pasajeros.
Recientemente, la incorporación de la ruta Buenos Aires–Rosario marcó un hito significativo. Este corredor, uno de los más transitados según datos del sistema turístico nacional, responde a una demanda creciente y permite que la plataforma supere los doscientos mil usuarios en la región, consolidando así esta forma de movilidad colaborativa.
Compartir vehículo en rutas como Buenos Aires–Rosario o Buenos Aires–Mar del Plata puede reducir los costos del viaje en más del 50%, lo que resulta especialmente atractivo en tiempos de alta inflación y aumento de tarifas. Además, esta práctica se extiende a destinos turísticos, donde la demanda se mantiene constante durante todo el año.
El carpooling no solo representa un ahorro económico considerable, sino que también fomenta la creación de comunidades urbanas jóvenes que valoran experiencias flexibles y sustentables. Este fenómeno está vinculado tanto al incremento del costo del transporte individual como a una mayor conciencia climática, que impulsa la adopción de hábitos responsables.
Las plataformas digitales que posibilitan el carpooling han acumulado millones de kilómetros compartidos y miles de viajes en Argentina. Este uso eficiente de los vehículos reduce la cantidad de autos con asientos vacíos en circulación, contribuyendo a disminuir las emisiones contaminantes y el desgaste vial.
La confianza entre usuarios es un pilar fundamental para garantizar la seguridad y previsibilidad de cada viaje, posicionando a la movilidad colaborativa como una alternativa complementaria y sostenible frente a la infraestructura tradicional.
El crecimiento proyectado para los próximos años incluye la integración de nuevas rutas que conectan grandes centros urbanos con destinos turísticos clave, reflejando una transformación cultural hacia hábitos más responsables y sostenibles.
Reconocido internacionalmente, el carpooling es una práctica consolidada en países europeos como Francia, España, Alemania e Italia, y cuenta con una fuerte presencia en Estados Unidos y Canadá, donde incluso forma parte de políticas públicas de movilidad.
En América Latina, Brasil lidera el sector, seguido por Argentina, Chile, México y Colombia, donde la modalidad crece principalmente entre jóvenes y trabajadores urbanos. La combinación de tecnología y cooperación facilita su adopción en ciudades con alta congestión vehicular, ofreciendo una alternativa accesible para diversificar la movilidad sin requerir grandes inversiones.
Más allá del ahorro económico y social, el carpooling tiene un impacto ambiental significativo. Al compartir vehículos, se evita que múltiples autos recorran la misma distancia, lo que reduce considerablemente las emisiones de dióxido de carbono y la contaminación del aire en zonas urbanas y rutas de alto tráfico.
Esta optimización en el uso de asientos y recursos energéticos contribuye a disminuir la demanda de combustibles fósiles y promueve hábitos de movilidad más responsables. En este sentido, el carpooling se alinea con los objetivos globales de sostenibilidad y la mitigación del cambio climático, apoyando la transición hacia ciudades más limpias y eficientes.
Es buena idea y una forma de abaratar En Alemania varios amigos o vecinos comparten un auto que es de todos
A quien le importa lo que hacen en Argentina..