Usted cuenta con vasta trayectoria en los medios de comunicación debido a su profesión de periodista, pero, ¿cómo se produjo el quiebre o la transición entre el periodismo y el producir espectáculos artísticos?
En realidad, ese quiebre se da por Maximiliano de la Cruz, dado que era bastante fanático de él. Siempre fui un amante de sus espectáculos y lo seguía a todos lados. De hecho, lo llegué a entrevistar en mi época de periodista.
La realidad es que cuando empecé a trabajar con él también lo hacía como periodista, pero en un momento nos empezó a ir muy bien en materia de producción y tuve que dejar el periodismo porque armé equipos en la productora, me encargaba de todo lo que hacía “Maxi” en materia de espectáculos (producciones de eventos), era su representante, y empezamos a trabajar para Argentina también.
A la vez, a través de “Maxi” empezaron a venir más artistas, a acercarse más a mí, hasta que tuve que dejar lamentablemente la tarea como periodista y me dediqué cien por ciento al mundo empresarial, en este caso a lo empresarial vinculado con el espectáculo, el show, el teatro y el manejo de artistas.
Fue una transición que llevó un par de años, entre 2008 y 2011 aproximadamente.
¿En qué consiste la labor que realiza como productor artístico y manager?
Son diferentes roles realmente. De hecho, debe ser casi que el único país en el que simultáneamente era productor de espectáculos de teatro y también manager. En realidad, en la mayoría de los países el manager es solo manager, y no hace más nada, y el que es productor es productor; son dos cosas separadas. De hecho, diría que son hasta opuestas porque el manager es el que se pelea con el productor para sacar lo mejor para su artista. De hecho, como productor hago negocios con muchos colegas managers de artistas argentinos para hacer trabajos.
En realidad, son dos roles completamente diferentes: el productor contrata al artista y negocia con el manager y el manager maneja la carrera de su artista, lo defiende e intenta que crezca y que facture cada día más, o lo que quiera el artista o ambos con respecto a su carrera. Esas son como las dos definiciones.
Además de “Maxi” de la Cruz, ¿a qué figuras representa?
Hoy manejo a Valeria Lynch, Lucas Sugo, Andy Vila, Gastón “Rusito” González, Luciana Acuña y a un joven, pero gran, pianista uruguayo que se llama Matías Banacore. Esos son los artistas que manejo como manager y representante. Después, en materia de Argentina tengo una especie de representación, pero solo para Uruguay y de trabajo, de Nicolás Vázquez, Benjamín Rojas y de algunos actores más.
Como productor, por ejemplo, el año pasado traje la obra “Una semana nada más” que era la obra de “Nico” Vázquez, Gimena Accardi y de Benjamín Rojas y este año voy a traer “Los 39 escalones” que es la obra de Facundo Arana, Guillermina Valdez, Freddy Villarreal y “Maxi” de la Cruz, que es una producción de Javier Faroni y está en Mar del Plata. Voy a traerla al teatro Metro de Montevideo a fines de marzo. Ese rollo es como productor: traer el espectáculo, arriesgar, invertir, montarlo, y hacer toda la producción, la prensa y la movida.
Por otro lado, produzco obras a nivel nacional para las que contrato actores uruguayos, compro derechos o libros de obras internacionales, las adapto, alquilo el teatro y hago la movida del equipo. Esas son las tareas más que nada del productor y del manager.
¿Su trabajo es solo a nivel nacional o también se desempeña internacionalmente? Nos referimos a los artistas uruguayos.
A ver, una cosa es representar en sí y otra cosa es ser manager. Cuando uno dice manager es manejarlo a nivel internacional. A Lucas Sugo, por ejemplo, le manejo los contratos que llegan de Bolivia, Perú, Chile, Brasil, Argentina, España, etc., manejo si alguien quiere hacer algo en sus redes sociales, si quieren contratarlo para una publicidad o si tengo que cerrar el programa La Voz del Canal 10 o un programa de exterior. O sea, manejo todo.
Lo mismo con Valeria Lynch. Ahora estoy en negociaciones para una gira en México, Puerto Rico, República Dominicana y Estados Unidos y me junto con ella para hablar de proyectos de televisión. O sea, absolutamente todo. Esa es la realidad de cómo se maneja esto. Cuando es manager es manager.
Diferente es lo de “Nico” Vázquez, por ejemplo, que solo manejo lo de Uruguay; él tiene su representante en Argentina.
La clave:
“Es un trabajo diverso porque a veces negocias un festival multitudinario para 50.000 personas en una ciudad que lo paga un Municipio y al otro día cerrás un cumpleaños de 15, un casamiento, un evento empresarial, una fiesta de fin de año o el lanzamiento de un producto. Son shows muy diferentes en los que se juega con muchísimas cosas como la emoción de quien es fanático de un/a artista o la negociación con políticos”
Diego Sorondo – Productor artístico y manager de artistas
