El Gobierno de Nicaragua, liderado por el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, ha destituido al embajador de Nicaragua en Cuba, Alejandro José Solís, solo un año después de haber sido nombrado para el cargo.
Solís, quien fue nombrado embajador de Nicaragua para Cuba en mayo del año pasado tras cuatro cambios consecutivos en cerca de seis meses, es el diplomático que más ha permanecido en el cargo tras la salida de Luis Cabrera, que fue destituido en noviembre de 2021.
El acta, publicada por ‘La Gaceta’, no precisa cuáles son las razones para la destitución de Solís, si bien es habitual el constante baile de nombres en las embajadas que Nicaragua tiene en el exterior, incluida en la de Cuba, pese a que sea un país aliado.
Las protestas de 2018 contra el Gobierno de Nicaragua se alargaron hasta septiembre y derivaron en una escalada represiva que se saldó en los años posteriores con más de 200 arrestos de personas contrarias a la tesis del Gobierno. La ONU estima que, desde diciembre de 2018, más de 3.100 organizaciones han sido cerradas.
El Gobierno de Nicaragua ha retirado la personalidad jurídica de numerosas ONG y organizaciones de la sociedad civil alegando supuestas irregularidades de tipo administrativo. Esto ha ido acompañado de otras medidas, como la suspensión de las relaciones diplomáticas con el Vaticano, la privación de nacionalidad a los disidentes o la expulsión de embajadores del país.
