Se conoció este viernes que están a estudio otras cinco personas que figuran como sospechosas, que radican en la zona rural de la misma localidad. El Ministerio de Salud Pública informó que alrededor de 20 mil niños no presentan actualmente el esquema completo de vacunación contra el sarampión en el país. La Ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg manifestó su preocupación ante la situación manifestando que el sarampión es altamente contagioso pero prevenible con dos dosis de la vacuna.
Lustemberg llamó a las familias a ponerse al día “a la brevedad”, y pidió especial atención a los niños que figuran entre los 12 y 15 meses, franja donde se concentra buena parte del atraso. Asimismo, enfatizó que la vacunación “es accesible y gratuita” en todos los centros de salud y vacunatorios del país. A su vez, hizo un llamado donde instó que “el país no puede perder la calidad de ser libre de sarampión y que es una tarea de todos contribuir para evitar la propagación.
También, la ministra exhortó a los que nacieron después de 1967 a vacunarse si no presentan la seguridad de tener las dos dosis que se aplican en el país. Subrayó que los niños reciben una primera dosis al cumplir un año, y la segunda a partir de los 15 meses. Hizo énfasis en que la segunda dosis contra el sarampión es de carácter obligatorio y se comenzó a dar en Uruguay en 1992, de ahí la posibilidad de que los nacidos entre 1967 y 1987 tengan una sola dosis. Por esta razón insistió en que esas personas deben recurrir a su segunda dosis.
El Ministerio de Salud Pública realizó ayer una jornada de vacunación en los 19 departamentos. Pese a que Uruguay mantiene el estatus de país libre de sarampión desde 1999, la situación actual es de alerta, comentó Nataly Rodríguez, directora de Epidemiología del MSP. La región América perdió en noviembre ese estatus de zona libre de sarampión por los brotes epidémicos en Canadá, Estados Unidos y México, y Bolivia, Brasil, Paraguay y Belice.
La transmisión ocurre a través de las pequeñas gotas de fluidos que proceden de la nariz, la boca o la garganta de individuos infectados. Los primeros síntomas suelen manifestarse tras un período de 8 a 12 días después del contagio e incluyen fiebre elevada, secreción nasal, enrojecimiento ocular y la aparición de pequeñas manchas blancas en el interior de las mejillas. Posteriormente, tras varios días, surge una erupción cutánea que inicia en el rostro y el cuello, expandiéndose de manera progresiva al resto del cuerpo. La mayoría de los afectados se recupera en dos o tres semanas, el sarampión puede derivar en complicaciones graves como ceguera, encefalitis, diarrea severa, infecciones de oído y neumonía, especialmente en niños con desnutrición o en personas con el sistema inmunológico debilitado. Cabe destacar que el sarampión puede prevenirse eficazmente mediante la vacunación.
El virus del sarampión se propaga mediante el contacto con secreciones nasales, bucales o faríngeas de una persona infectada. Actos como estornudar o toser liberan estas gotitas contaminadas al aire. Se estima que si una persona padece sarampión, el 90% de quienes están a su alrededor y no han sido vacunados contraerán la enfermedad.
En cuanto a los síntomas del sarampión, estos generalmente comienzan entre 10 y 14 días después de la exposición al virus, período conocido como incubación. La erupción en la piel suele ser el síntoma principal y se caracteriza por: aparecer comúnmente entre 3 y 5 días después de los primeros signos de la enfermedad; durar de 4 a 7 días; iniciar en la cabeza y se extiende hacia otras partes del cuerpo en sentido descendente; presentar lesiones rojas, sólidas y elevadas (pápulas) que con el tiempo se unen; y producen picazón o prurito.
Otros síntomas que pueden presentarse incluyen: ojos enrojecidos, tos, fiebre, sensibilidad a la luz (fotofobia), dolor muscular, enrojecimiento e inflamación ocular (conjuntivitis), congestión nasal, dolor de garganta y la presencia de diminutas manchas blancas dentro de la boca, conocidas como manchas de Koplik.
