El anuncio por sorpresa del Gobierno de Italia de que introducirá una medida «de equidad social» que gravará con un 40% los beneficios extraordinarios de la banca en 2023 ha supuesto un duro golpe para el sector, que ha sucumbido en la sesión de la Bolsa de Milán con pérdidas en algunos casos superiores al 10% y que ha hecho tambalear también la cotización de otras entidades del Viejo Continente. Además del anuncio del Ejecutivo liderado por Giorgia Meloni, la cotización de los bancos recibía otra mala noticia al otro lado del Atlántico en forma de rebaja de calificación por parte de Moody’s de la solvencia de una decena de pequeñas entidades estadounidenses, así como el empeoramiento de la perspectiva del rating de otros once bancos pequeños y medianos y la colocación en vigilancia negativa de las calificaciones de media docena de entidades más.
De tal modo, al cierre de la sesión del martes en la Bolsa de Milán, las acciones de entidades como Bper cedían un 10,94%, mientras que las de la Banca Monte Paschi di Siena (BMPS), la entidad más antigua del mundo, se dejaban un 10,83%, y las del Banco BPM perdían un 9,09%.
Asimismo, el resto de bancos italianos cotizados no escapaba del correctivo y cerraban con importantes caídas, que en el caso de Intesa Sanpaolo llegaban al 8,67% y en el de Mediolanum al 5,96%, mientras que UniCredit cedía un 5,94% y Mediobanca salvaba la sesión con un recorte del 2,48%.