El papa Francisco, de 88 años, está fuera de peligro y muestra signos de mejora tras 26 días de hospitalización por problemas respiratorios. Según el último parte médico difundido por el Vaticano el lunes por la noche, su pronóstico dejó de ser «reservado» y ahora los médicos están evaluando el momento en que le darán el alta del hospital Gemelli en Roma.
Este martes, el pontífice se encontraba de «buen humor», siguiendo ejercicios espirituales a distancia y rezando en su capilla privada del hospital. En su habitación en la décima planta, también continuaba con la fisioterapia y ejercicios para recuperar sus capacidades respiratorias.
Aunque su estado es «estable», el Vaticano informó que las infecciones y la complejidad del cuadro clínico que presentó al ser ingresado aún requieren tratamiento en el hospital «algunos días más». Sin embargo, no se especificó una fecha exacta para su alta.
La comunidad vaticana y los fieles han expresado su deseo de su pronta recuperación. En la entrada del hospital Gemelli, creyentes han dejado velas, flores y rosarios en apoyo al papa, mientras que empleados de la residencia Santa Marta, donde Francisco reside cuando está en el Vaticano, también esperan su regreso.
Aunque su recuperación es un paso positivo, la cuestión de su capacidad para cumplir con sus funciones papales a largo plazo sigue siendo un tema de conversación, especialmente considerando sus problemas de salud previos. No obstante, se espera que el papa pueda estar presente para las celebraciones de Semana Santa y Pascua.
