El papa Francisco dijo en una entrevista publicada ayer que solicitó una reunión en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin, para tratar de detener la guerra en Ucrania, pero no recibió respuesta.
El sumo pontífice también dijo al diario italiano Corriere Della Sera que el patriarca Kirill de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que ha dado su respaldo a la guerra, «no puede convertirse en monaguillo de Putin».
Francisco le dijo al periódico que aproximadamente tres semanas después de la guerra, le pidió al principal diplomático del Vaticano que enviara un mensaje a Putin sobre la organización de una reunión. “Todavía no hemos recibido una respuesta y seguimos insistiendo”, dijo el Papa.
Agregó: «Me temo que Putin no puede, y no quiere, tener esta reunión en este momento. Pero, ¿cómo no puedes detener tanta brutalidad?». Francisco señala que no tiene previsto visitar Ucrania porque cree que antes debiera ir a Rusia: «A Kiev, por ahora, no voy. He enviado al cardenal Michael Czerny y a Konrad Krajewski, que ha ido por cuarta vez. Pero yo siento que no debo ir. Primero tengo que ir a Moscú y reunirme con Putin. En cualquier caso, yo soy sacerdote. ¿Qué puedo hacer? Hago lo que puedo. Si Putin abriese su puerta…».
Francisco también ha declarado que el presidente de Hungría, Victor Orban, le aseguró que los rusos «tienen un plan y que el 9 de mayo todo –refiriéndose a la guerra– habrá terminado».
«Espero que así sea», añade el pontífice, «así se entenderá la velocidad de la escalada de la guerra durante estos días. Porque ahora ya no es sólo el Donbás: es Crimea, Odessa, le quitan a Ucrania el puerto del Mar Negro…, es todo. Yo soy pesimista, pero debemos hacer todos los gestos posibles para detener la guerra».
El 9 de mayo, Rusia celebra el Día de la Victoria que marca la rendición de la Alemania nazi en 1945.
El pontífice de 85 años realizó una visita sin precedentes a la embajada rusa en Roma cuando comenzó la guerra.
