Según informa la Oficina de Prensa vaticana, el Papa se detuvo en oración ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani, que también fue llevada a Lisboa durante la JMJ en los últimos días como uno de los símbolos de todo el evento junto con la Cruz peregrina.
Antes de la JMJ, el Pontífice ya se había dirigido a la Virgen para encomendarle su 42º viaje apostólico y a todos los jóvenes que participarían en el encuentro.
Es la 110ª vez que Francisco acude a la basílica liberiana desde el inicio de su pontificado para agradecerle el éxito de la peregrinación en tierra lusitana, en la que participaron más de un millón y medio de jóvenes de todo el mundo.