El documento final aprobado por el Sínodo de la Sinodalidad, el gran proyecto de escucha en la Iglesia que el Papa arrancó en 2021, se abre a que las mujeres puedan acceder al diaconado, un ministerio ordenado como el de los sacerdotes que permite, entre otras cuestiones, bautizar, bendecir matrimonios o celebrar la liturgia de la Palabra, y que, hasta ahora, ha estado reservado solo a los hombres en la Iglesia católica. El párrafo 60 de este documento –que no tiene ningún carácter vinculante y que solo refleja la opinión mayoritaria de los 368 padres y madres sinodales que han participado durante estas tres últimas semanas en la asamblea sinodal– afirma que «sigue abierta la cuestión del acceso de las mujeres al ministerio diaconal».
«Es necesario un mayor discernimiento a este respecto», se lee en el texto. Asimismo, se hace un llamamiento «a la plena aplicación de todas las oportunidades ya previstas en la legislación vigente en relación con el papel de la mujer, en particular en los lugares donde aún no se han explorado». «No hay nada en las mujeres que les impida desempeñar funciones de liderazgo en las Iglesias: lo que viene del Espíritu Santo no debe detenerse», dice también el texto. Por otro lado, se pide prestar más atención «al lenguaje y a las imágenes utilizadas en la predicación, la enseñanza, la catequesis y la redacción de los documentos oficiales de la Iglesia, dando más espacio a la contribución de mujeres santas, teólogas y místicas».