Elsa Capillera: “En la nueva coalición tenemos que ser socios de verdad”

Elsa Capillera no disimula su satisfacción personal. La excabildante ocupa la tercera línea como titular en la Lista 25, un lugar de privilegio en la plancha oficial al Senado que lleva como candidato presidencial al abogado Andrés Ojeda por el sublema “Unir para Crecer” del Partido Colorado.

– ¿Cómo toma esta ubicación en la tercera de la lista 25, la sorprendió o ya lo venía conversando?

– No tanto con sorpresa, pero bueno, en política a veces las cosas cambian de un día para el otro. Y yo siempre digo lo mismo, uno tiene que pensar en el bien del país, después en el del partido y después en el de las agrupaciones. Entonces bueno, si a veces eso toca ceder, se cede. Y si nos toca estar, estamos. Era como que lo teníamos en mente. Para mí es una revolución.

– ¿Siente como que de algún modo colma sus aspiraciones?

– Siento como que fue valorada mi actuación.  También el haber cambiado de partido, que no fue nada fácil. Si bien la decisión sí fue fácil, pero después había que hablar con la agrupación, que es la que en definitiva nos pone ahí. La gente que nos vota.

– ¿Por qué decidió cambiar de partido?

-La verdad es que siempre sentí un poco de discriminación. Hacia mi persona, hacia mi agrupación. Había diferencias con otros diputados. Al irme, por ejemplo, el vicepresidente del partido, Domenech, dice que no sabe que hice en cuatro años.

– ¿Y la razón de esa discriminación?

-No sé, la verdad es que no se, o porque vivía en Casavalle o porque quizá no pensaban que tenía la capacidad para afrontar las cosas que afronté. Yo hacía eventos en el Palacio Legislativo, por ejemplo, y el líder del partido nunca nos acompañaba. Yo entiendo que a veces no se puede, porque a mí también me pasa, pero se hacían las invitaciones con anticipación. Fueron cosas que fueron como desgastando. También, el no tener centros de discusión para los temas, o el hecho de presentar proyectos y que no se tomen en cuenta. No proyectos en el Parlamento, sino proyectos a nivel de partido. No había una mesa de diálogo donde pudiéramos coordinar los temas a tomar, las decisiones.

A veces nos enterábamos por la prensa de las cosas que deberíamos enterarnos primeramente internamente para saber después también cómo apoyar o cómo disentir.

– ¿El caso de Irene Moreira influyó en su decisión?

 -Por supuesto que en desacuerdo total con su actuación. Yo no estuve en la conferencia de prensa, no apoyé. Nosotros recorrimos todos los asentamientos. La gente de los asentamientos fue quien nos dio a nosotros el voto de confianza. A ver, no se les dio la vivienda porque no le costó al Estado, pero sí se les dio la facilidad de acortar el camino para llegar a ella, cuando hay gente que tiene 50, 60 años y todavía no pudo tener su vivienda propia. Siempre trabajando, y nunca llega al requisito que pide el Ministerio. Entonces, ¿cómo puede ser que con otras personas, porque son conocidas, sí pase eso? Entonces, si nosotros nos quejábamos antes de eso, no podemos hacer lo mismo. Hay que predicar con el ejemplo. Esa para mí fue la gota que desbordó el vaso.

– Ahora, estando en el Partido Colorado, ¿eso cambió?

-En el Partido Colorado es totalmente diferente. Se abrieron las puertas de otra manera y no sentí ningún tipo de discriminación. Todo lo contrario, súper valorada. Estoy en el equipo, nos llamamos, no sé, 20 veces al día con Andrés. Totalmente diferente.

– ¿Cabildo Abierto le pidió la banca?

-Me pidieron la banca varias veces, pero no lo hizo Manini. En ese sentido, él jamás me pidió que la dejara y que nada. Fue el diputado Perrone. Y siempre le dije lo mismo, el día que la gente que me votó me diga, Elsa, dejá la banca, ahí sí yo la dejo. Pero mientras tanto, no, yo estoy en representación de la gente. Y fui la más votada de Cabildo. Tuvimos 23.271 votos. Fui la más votada en todo el partido.

– ¿Cuáles son sus zonas de influencia en Montevideo?

-Toda la vida estuve en Casavalle, desde que tengo ocho años hasta ahora, hasta hace un mes que me mudé para Jacinto Vera. Quiero empezar el año que viene el liceo y me queda lejísimo. Pretendo retomar el liceo, cuarto, quinto y sexto.

Seguramente, haré de Derecho.

– ¿Le gusta el Derecho?

-Me gusta. Yo siempre digo que soy una asistente social sin título. Así que quizá esa sea la carrera que siga.

– ¿Entraría a la Facultad?

-Creo que sí que entraría a la facultad. Soy la menor de diez hermanos y en la época del liceo tuve que salir a trabajar porque mis padres ya estaban un poco grandes, mis hermanos ya estaban ahí para casarse. Yo era la más chica de todos. Así que tuve que afrontar un poco esa situación. Y bueno, hice el liceo hasta tercer año, trabajando y estudiando, pero después del tercer año ya me gustaba un poco más. Tenía mi plata y, bueno, opté por dejar el liceo y trabajar nada más. En ese momento yo trabajaba a medio horario. Y bueno, tenía que pagar uniforme, boletos, libros. No es como ahora que tenemos todo al alcance de la mano.  Entonces, bueno, dejé en tercer año y ahora lo voy a retomar. Es un debe que tengo conmigo misma.

– Desde la ideología, ¿dónde se para? ¿De izquierda, de derecha, de centro?

-Yo soy una idealista. Y ni de derecha ni de izquierda. Si consideramos que, bueno, la izquierda es la que siempre está con el tema de la clase pobre, somos de izquierda. No sé, me ubico en el centro me parece. Lo que está bien, está bien y lo que está mal está mal.

– ¿Y su línea de trabajo en la política, cual será?

-He presentado proyectos de ley sobre vivienda en la pandemia. Después hemos presentado proyectos de resolución, pidiendo, por ejemplo, que se baje el IVA para los alimentos celíacos o pidiendo que se junte la comisión de insalubridad porque dimos muchos aplausos a los enfermeros en la pandemia, pero después nadie se acordó más de los enfermeros.

Y ellos siguen la misma situación. Pero me gusta la parte social. Lo que sí me gustaría en este año que viene es entrar en el presupuesto. Porque creo que ahí es donde uno se juega más también en las cosas que queremos darle la importancia que merece. Y para eso tiene que haber fondos.

Ahora todos hablamos de salud, pobreza en la niñez, la adolescencia. Pero realmente no hemos puesto el foco como se debe. Yo siempre digo lo mismo que ahora: Mides invirtió 50 millones de dólares en el bono crianza, de 0 a 3 años. Eso significa 2.200 pesos para cada familia. No vamos a sacar un niño de la pobreza así. Ahora, si esa plata, esos 50 millones de dólares, los invertimos en infraestructura, una casa digna, que también se la trabajen ellos. No que pase como hoy, que se les da la llave en mano y a veces no la cuidan como se debe. Viven un par de meses, la venden. No le dan el valor que realmente tiene una casa. Y para eso creo que tiene que haber una educación integral. Yo estuve ahí, en un asentamiento y nosotros con 2 millones y medio de dólares, que fue en ese momento lo que costó nuestro asentamiento, se pudo regularizar.  Entonces, se puede.

– Falta poco para las elecciones.  Está en un lugar privilegiado en las listas, con un candidato que está creciendo y que va, seguramente, a formar parte, si es gobierno, de una nueva coalición de gobierno. ¿Qué rol entiende que tiene que tener esa nueva coalición?

-Bueno, lo hemos hablado y Ojeda lo que dice es que no puede pasar lo que pasó en esta coalición, que no hubo una mesa de diálogo entre todos los que se sumaron. Yo siempre digo que gobierna el Partido Nacional y en algunos casos pide, de repente, la forma de pensar del otro, ¿no?. Pero esta coalición que viene no va a ser igual.

Tenemos que ser socios, pero socios de verdad. Estar en la mesa de negociación, en los temas realmente importantes. Porque si bien en la coalición cada uno tiene su ideología o su forma de pensar, hay cosas que traspasan todo eso y se necesita para eso un pensamiento común.

Y para poder realmente hacer estas cosas, porque si cada uno pone sus ideas y después no hay un consenso, estamos como estamos en muchos casos.

– La seguridad es uno de los temas de la campaña.

-Nosotros estamos mejor de lo que estábamos antes del 2020. Eso es seguro.

Yo que viví toda la vida en Casavalle, se nota. Pero que la gente tiene otra vez esa percepción de que tiene miedo, también lo sentimos. Creo que mientras estuvo el ministro Larrañaga, la seguridad fue una, y después que ya no estuvo, la seguridad es otra.

– Pero si estamos mejor, ¿por qué la gente tiene más miedo?

-A ver, duele cualquier muerte, pero la muerte de un trabajador al que le quitan 100 pesos duele mucho.  Hoy las muertes se dan mayormente entre las bandas, entre las personas que están en el tema droga. Hay que atacar, número uno, el tema droga. Hay que atacar el tema de la salud mental y también el tema de las cárceles, además de cambiar el código del proceso penal.

– ¿Apoyaría el patrullaje con militares en la calle?.

-No. Ojeda plantea también tener más policías en la calle. Más efectivos. Más móviles. Tanto autos como motos. Y más preparación en la policía. La gente cuando ve al policía en la esquina se siente segura. Pero claro, no tenemos un policía para poner en cada esquina.

– ¿Y el plebiscito de los allanamientos nocturnos puede ayudar?.

-Es un dilema el plebiscito. Pero bueno, debo reconocer porque conocemos de la situación de que sí, de que hoy se vende drogas en la casa de familia donde se vende la droga, ¿no?. Donde hay niños.

– Ahora, los límites son muy difusos, está la familia donde viven todos juntos y de repente uno es el que se dedica al narcotráfico o dos o tres, pero no es toda la familia aunque viven todos bajo el mismo techo.

-A veces la misma familia es la que lo entrega. O son vecinos de otro que es policía que sabe y mira para otro lado. Muchos policías viven en asentamientos. Es una realidad que sucede ahí. Y ahí entramos en el tema de la justicia. El policía puede denunciar o de hecho muchos vecinos denuncian y pasan meses con investigaciones para que realmente se encuentre la prueba y se la lleve al fiscal y el fiscal la acepte. A veces tienen que buscar 20 pruebas. Una no le alcanza.

¿Y el plebiscito de la seguridad social?

-Ese es otro tema muy difícil. Hay poca información. Creo que hay que salir con más información en contra. Esa plata es mía, es mi ahorro, bueno, yo quiero hacer con mi ahorro lo que quiera. Pero si sale el plebiscito, eso va a ir a un fideicomiso que después que se gaste ¿quién va a pagar las jubilaciones? Cada vez somos más, vivimos más años y cada vez hay menos aportantes. Y, después, por supuesto, que todos quisiéramos que el jubilado ganara lo que corresponde, entonces igualamos al sueldo mínimo después para subir la jubilación.