Espacio Gorlero: Punta del Este recupera un sitio emblemático

El intendente de Maldonado, Enrique Antía, y el alcalde de Punta del Este, Javier Carballal, encabezarán este miércoles a las 19 horas el acto de reinauguración en ese punto característico de la Península.

A través de una inversión de casi un millón 200 mil dólares, la Intendencia de Maldonado y el Municipio de Punta del Este han logrado la recuperación patrimonial de la emblemática ex Estación de Ancap -conocida como Espacio Gorlero-, sitio que fue declarado Patrimonio Nacional en 2000. 

Por lo tanto, este miércoles se darán a conocer los trabajos ejecutados que tuvieron por finalidad transformar este edificio referente de Punta Del Este en un centro cívico para el disfrute de los vecinos, agrupando además todas las actividades y dependencias del Municipio de Punta del Este en un mismo lugar. Del monto total invertido, el Municipio aportó 150 mil dólares para el acondicionamiento del mobiliario. 

Las obras fueron adjudicadas mediante licitación, al tiempo que el diseño contó con la participación de funcionarios de Obras Civiles, además del aval de las direcciones generales de Planeamiento y Urbanismo de la Intendencia de Maldonado.

El proyecto se basó en tres premisas: en primer lugar, se devolvió el edificio a su estado original (reciclaje); lo segundo fue dotarlo de accesibilidad total mediante la nivelación, la creación de rampas y la colocación de un ascensor; mientras que lo último fue la integración del espacio al área urbana extendiendo la explanada sobre la avenida Gorlero. De esta forma, el Municipio de Punta del Este contará con nueva sede.

El reloj, una pieza clave

Hacía muchos años que había dejado de funcionar y es una de las piezas claves dentro de la remodelación y recuperación edilicia del Espacio Ancap Gorlero. Quienes transitan por la avenida Gorlero pueden ver a diario la figura de ese viejo reloj que fue instalado hace casi 80 años cuando se construyó el edificio en el año 1945. El proceso de restauración y reciclaje de toda la estructura fue casi todo «artesanal» por parte de una empresa que fue contratada especialmente para la reparación de este objeto que «tiene una parte eléctrica y otra mecánica». Hubo piezas que se recuperaron y otras que hubo que rehacer en su totalidad para que el reloj recuperara su funcionamiento. 

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