El Palacio de Santa Cruz de Madrid, sede histórica del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha sido escenario de una reunión en la que con España como anfitrión se han dado cita 20 países, además de la UE, la Liga Árabe y la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), que pese a sus visiones y signos políticos distintos tienen en común un doble deseo: el fin del bloqueo impuesto por Israel sobre la Franja de Gaza y la materialización de la solución de dos Estados como mejor garantía para la paz. «Nada de lo que hoy hacemos aquí, nada de lo que diremos hoy aquí, va contra Israel y contra el Estado de Israel», ha querido dejar claro antes del arranque de la reunión el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel Albares. Al contrario, ha sostenido, todos los asistentes tienen en cuenta «las demandas legítimas de seguridad y de paz del pueblo de Israel» y reclaman la liberación de los rehenes que aún siguen en manos del grupo terrorista Hamás.
«Pero exactamente el mismo derecho a la paz y la seguridad que tiene el pueblo de Israel, exactamente el mismo derecho, lo tiene el pueblo palestino», ha defendido el ministro que, como en otras ocasiones, ha incidido en que «el pueblo palestino no tiene por qué estar condenado eternamente a ser un pueblo de refugiados». Según Albares, el «único interés» de todos los asistentes «es parar esta guerra injusta, cruel, inhumana de Israel en Gaza, romper el bloqueo de ayuda humanitaria y avanzar definitivamente hacia la solución de dos Estados».