Al celebrarse la centésima edición del Día Internacional de las Cooperativas. ¿Cómo observa la realidad de este movimiento a nivel mundial?
Este Día nos encuentra en un momento muy desafiante. Si fueron momentos difíciles los que tuvimos que vivir en 2020 y 2021, este año con la reconstrucción de la economía y de los vínculos sociales hace que el cooperativismo tenga que asumir un rol importante.
Somos conscientes de eso.Por eso promovemos y fortalecemos todas las herramientas a los efectos de que las cooperativas puedan ser un actor principal en lo que es la reconstrucción económica y social de Uruguay y también en lo que es la proyección hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 que son un objetivo primordial para el Gobierno, el sistema cooperativo y la sociedad en su conjunto a los efectos de tener un crecimiento sustentable.
Este año la temática es “Las cooperativas construyen un mundo mejor”. ¿Cómo se aporta para que esto pueda hacerse realidad en Uruguay?
Desde el Instituto hemos fortalecido todas nuestras herramientas. Sobre fines del año pasado aumentamos los fondos para el Frecoop a los efectos de brindar asistencia financiera a las cooperativas para capital de giro y pequeñas inversiones. Se duplicaron, conjuntamente con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), los fondos para el Procoop y estamos en proceso de ejecutar ese convenio.
Lo hemos hecho también a través del Fondo para el Desarrollo (Fondes-Inacoop), por el que brindamos facilidades a las cooperativas que ya eran beneficiarias del mismo, pero además en la búsqueda de nuevas oportunidades y nuevas líneas de trabajo.Además, hemos puesto al servicio del movimiento la infraestructura de Inacoop en todo el país y las líneas de entendimiento que tenemos con el Gobierno central, pero también con los Gobiernos Departamentales y Municipales.
Hoy hay seguramente una mayor consciencia que la que había en la prepandemiasobre la importancia que tiene el cooperativismo por lo que fue su desempeño durante estos dos años, pero además por lo que se proyecta hacia delante y por como los organismos del Estado han encontrado un socio en cada una de las cooperativas con las que se desempeñan.
A nivel nacional, el departamento de Tacuarembó fue electo como Capital Nacional del Cooperativismo para este año. ¿Cómo fue el proceso que determinó esta elección?
No ha sido casualidad que Tacuarembó sea la Capital Nacional del Cooperativismo, primero porque ha habido un impulso muy importante del movimiento cooperativo local, pero también del Gobierno Departamental y de los Municipios. Ha habido un impulso que se generó en esta nueva administración del intendente Wilson Ezquerra en el vínculo con las cooperativas de trabajo y las cooperativas sociales.
A nivel del cooperativismo de vivienda, Tacuarembó es uno de los ejemplos en el país. A su vez contamos con una de las cooperativas señeras del cooperativismo de trabajo como es el Molino Caorsi que también es un ejemplo para el departamento y para el país.Así que fue parte de un proceso que surgió desde el mismo departamento y que nosotros lo vimos con beneplácito.
¿Cuáles son los ejes en los que trabaja Inacoop?
Además de poder reforzartodas las herramientas que tiene el Instituto, hemos empezado a vislumbrar la necesidad de atender determinados sectores que entendemos que coyunturalmente necesitan una visión más potente por parte de la política pública. Por ejemplo: tratamos de generar vínculos y la posibilidad de estrechar capacidades entre las cooperativas que están insertas dentro de la industria láctea.
Eso lo vemos a través de un programa que empezamos a generar para fortalecer las capacidades de las cooperativas que están insertas en el sistema de compras públicas. Allí hay todo un panorama que se ofrece a partir de la legislación con posibilidades muy importantes para las cooperativas, pero que hay que saber aprovecharlas y para eso primero hay que fortalecer las capacidades internas.En eso trabajamos desde el Instituto, en un proyecto relativo al tema compras públicas y en seguir con la vinculación con los organismos del Estado en la posibilidad de encontrar nuevos vínculos de cooperativas con la administración central, entes autónomos, Gobierno Departamentales y Municipios.
Vamos a trabajar a partir de este segundo semestre y durante todo el año que viene en fortalecer la red de Municipios que están vinculados al sistema cooperativo y al Instituto. Allí contamos con la posibilidad de trabajar conjuntamente con el Congreso de Intendentes para que el tercer nivel de Gobierno, que ya ha adquirido una madurez importante, sea también un lugar donde el cooperativismo pueda aportar y a su vez sea una caja de resonancia hacia el resto de la sociedad.
¿Cuáles son las acciones desempeñadas que destacan y las que tienen previstas para el resto del período?
Nosotros no nos cansamos de destacar lo que ha sido la participación del sector cooperativo en los momentos difíciles que se vivieron en estos dos años que nos han tocado vivir desde que asumimos en el Instituto y la madurez con que este sistema ha afrontado estas situaciones lo marca. El crecimiento que ha tenido desde el punto de vista del empleo lo marca, además dela solidaridad que ha mostrado para con la comunidad. Eso nos genera una responsabilidad muy grande.
En ese sentido, la idea es lograr algunas cosas que nos hemos planteado en el inicio. Nos parece importante dejar sentadas las bases no solamente por estos dos años y medio que nos quedan por delante al frente del Instituto, sino también porque son bases que nosotros queremos sentar hacia el futuro y pasan fundamentalmente por trabajar aún más, y ahora si, en virtud de que podemos tener las herramientas, que no se nos permitió desarrollar durante la pandemia, de capacitaciones y fortalecimiento en la gestión. Lograr tener una mejor gestión dentro de las cooperativas nos va a permitir tener un mejor cooperativismo en el futuro.
Para eso destinamos cada una de nuestras acciones, pero con el objetivo de dejar un sistema consolidado y fuerte dentro de cada una de las organizaciones; quizás no pensar y no pretender ampliar en un gran número las cooperativas que hoy tenemos, pero si lograr que las que están logren ser más sólidas y tener un mayor impacto dentro de su vida económica y social para seguir con la generación de ese entretejido social imprescindible en cada una de las comunidades en las que se desempeñan y que tengan un mayor desempeño también en lo que son los aportes desde el cooperativismo hacia el conjunto de la economía del país y de los indicadores sociales.
¿Cuánto dinero se invirtió en cooperativas en el último año?
Nosotros manejamos un presupuesto propio similar al que manejaba el Instituto en términos constantes, pero cada vez más administramos fondos de terceros a los efectos de lograr mejores políticas públicas. Entonces, si bien el presupuesto global del Instituto sigue siendo en términos reales el mismo que tenía durante las gestiones anteriores, hemos generado una mayor inserción y mayores fondos destinados a cooperativas por el lado de los aportes que hacen organismos públicos, los Gobiernos Departamentales, etc.
Pero además se han aumentado, por ejemplo, los fondos que administramos a partir del convenio con la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE), del nuevo convenio de fortalecimiento de las cooperativas sociales que creo que ha sido algo que ha llegado para quedarse, que están viéndose los resultados y que la participación del Instituto ha sido trascendente para sostener y proyectar esas cooperativas hacia adelante.
Entonces, si bien los presupuestos propios del Instituto no han sufrido grandes modificaciones, hoy administramos por vía de convenios con terceros cifras muy importantes que permiten pensar en varios miles de cooperativistas vinculados al empleo y a los servicios públicos a través de los mismos.

