El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, expresó su preocupación por la magnitud de las inundaciones que afectan desde hace meses a vastas zonas del interior bonaerense y alertó que, de no mediar una intervención urgente, las pérdidas económicas podrían escalar a casi 2.000 millones de dólares en 2026. Así surge de un comunicado al que accedió la Agencia Noticias Argentinas, en el que el jefe comunal detalla el deterioro productivo, ambiental y social que enfrenta la región.
Gray señaló que la paralización de la obra pública y la ausencia de tareas sistemáticas de limpieza y saneamiento en los márgenes y lechos del río Salado generaron un “daño concreto” sobre millones de hectáreas productivas. El intendente advirtió que la falta de mantenimiento del sistema hídrico profundizó un escenario que hoy se vuelve crítico no solo para el campo, sino también para las comunidades que dependen de esa actividad para sostener empleo, infraestructura y servicios. “Toda la región ya se ha convertido en un escenario de riesgo evitable”, sostuvo.
Según estudios elaborados a partir de imágenes satelitales, alrededor de 6 millones de hectáreas —de los 17 millones que integran la cuenca del Salado— se encuentran bajo agua o seriamente anegadas. La magnitud del fenómeno es tal que la superficie comprometida duplica la afectada en los eventos hídricos más severos de los últimos diez años. En esa extensión se concentran algunos de los distritos más productivos de la provincia y, al mismo tiempo, algunos de los que enfrentan mayores dificultades para sostener la red de caminos rurales, la circulación de mercaderías y la provisión de insumos básicos.
Entre los partidos más castigados figuran Bolívar, Bragado, Carlos Casares, Chacabuco, Chivilcoy, Daireaux, General Alvear, General La Madrid, General Viamonte, Guaminí, Hipólito Yrigoyen, Junín, Las Flores, Lincoln, San Miguel del Monte, Nueve de Julio, Puan, Roque Pérez, Saladillo, Tapalqué, Tornquist, Trenque Lauquen y 25 de Mayo. En muchos de estos distritos, los productores reportan pérdidas totales de cosecha, daños en infraestructura de riego y caminos rurales intransitables, un combo que afecta el traslado de hacienda, alimentos, combustibles y maquinaria.
Gray remarcó que esta situación no es consecuencia únicamente de factores climáticos, sino también de la falta de continuidad en obras estratégicas que —según sostuvo— habían mitigado el impacto de eventos extraordinarios en años anteriores. En ese sentido, subrayó la necesidad de motorizar “de manera urgente” el Plan Maestro del Salado, un proyecto de largo plazo que incluye canalizaciones, rectificaciones, ampliación de capacidad de drenaje y protección de zonas bajas.
“El Plan Maestro no puede seguir dependiendo del ciclo electoral o de decisiones administrativas que se postergan. Se necesita una inversión sostenida y un compromiso provincial y nacional para evitar que esta crisis se repita año tras año”, afirmó el intendente. Además, pidió destinar partidas específicas para atender las demandas inmediatas de los productores, como asistencia para la recuperación de maquinaria, rehabilitación de caminos rurales y líneas de crédito para mitigar el impacto financiero de la emergencia.
En su comunicado, Gray insistió en que la falta de intervención expone a la provincia a un escenario de mayor vulnerabilidad ante el cambio climático, que ya muestra patrones de lluvias más intensas y concentradas. “No estamos ante un fenómeno aislado. Estamos ante una tendencia que exige planificación, inversión y coordinación entre todos los niveles del Estado”, señaló.
El intendente concluyó que, sin una respuesta integral, el impacto económico y social se trasladará de manera inevitable a todo el país. “La producción bonaerense es un eslabón clave de la economía nacional. Dejar que millones de hectáreas productivas se pierdan bajo el agua es condenar a miles de familias y comprometer el desarrollo futuro de la Argentina”, advirtió.
Nadie hace visible estas cuestiones más que Gray, no podemos permitir que el agua nos tape
La falta de mantenimiento y la paralización de las obras agravan el panorama de forma cruel. Un llamado sincero a que se destinen los recursos necesarios.
No entiendo cómo pueden dejar que una obra tan crítica se detenga. Es una falla estructural grave con consecuencias directas en la gente.
Ver el sacrificio de años de trabajo hundirse es lo más triste. Es hora de dejar las peleas y enfocarse en proteger a quienes producen el alimento.
Los argentos opinando en un medio extranjero…