Con amplio respaldo político y apenas un voto en contra, la Junta Departamental de Florida aprobó la creación de un fideicomiso por diez millones de dólares que permitirá a la Intendencia afrontar deudas pendientes, fortalecer el presupuesto participativo y aplicar un régimen de retiro incentivado para más de 200 funcionarios.
La iniciativa, debatida durante varias sesiones, fue presentada por el Ejecutivo departamental como una herramienta financiera imprescindible para ordenar las cuentas y darle previsibilidad a la gestión.
El secretario general de la intendencia, José Luis Curbelo, destacó que el fideicomiso representa “una salida responsable” en un escenario económico delicado, especialmente para los comercios locales que aguardan el pago de servicios ya prestados.
Según explicó, el mecanismo permitirá regularizar compromisos asumidos y evitar que los atrasos sigan acumulándose, algo que —dijo— impacta directamente en el empleo y en la dinámica productiva del departamento.
Además del pago a proveedores, una parte de los fondos se destinará al presupuesto participativo, instrumento que habilita a los vecinos a decidir sobre obras y proyectos prioritarios en sus barrios.
Para el Ejecutivo, sostener esa política pública es clave para mantener el vínculo con la ciudadanía y asegurar que las inversiones respondan a necesidades concretas. El proyecto también prevé recursos para un plan de retiro incentivado, pensado para reducir el peso de la masa salarial y reordenar la estructura administrativa sin recurrir a despidos.
Desde la oposición, la edila frenteamplista Yanina Fleitas calificó la sesión como “histórica” por el grado de acuerdo alcanzado entre los tres partidos con representación en la Junta.
Sin embargo, remarcó que el texto finalmente aprobado se aproxima mucho más a la propuesta alternativa que el Frente Amplio había presentado que al proyecto original del intendente. Ese documento inicial preveía endeudarse por 20 millones de dólares y habilitaba un margen más amplio para obras, con menores controles sobre el destino de los recursos. Para Fleitas, la reducción del monto y la introducción de mecanismos de seguimiento y transparencia representan “un triunfo del diálogo y la responsabilidad”.
El único voto negativo fue el del edil colorado Juan Augusto Corujo, quien expresó reparos de fondo. A su juicio, el departamento se ha acostumbrado a resolver problemas coyunturales mediante nuevos endeudamientos de largo plazo, lo que termina comprometiendo las finanzas de futuras administraciones. Corujo advirtió que el fideicomiso se extenderá en el tiempo y condicionará, no solo al actual gobierno, sino también a los próximos tres periodos, limitando la capacidad de decisión de quienes resulten electos.
Más allá de las diferencias, la aprobación del fideicomiso abre una etapa centrada en su implementación práctica. El desafío para la Intendencia será demostrar que el instrumento logra efectivamente ordenar las cuentas, cumplir con los proveedores y sostener políticas participativas, sin profundizar la dependencia del endeudamiento.
El debate, por ahora, dejó en evidencia que la situación financiera departamental requiere soluciones estructurales y acuerdos políticos duraderos para evitar que el peso de las decisiones actuales recaiga, una vez más, sobre el futuro.

