El primer ministro de Francia, Gabriel Attal, se ha mostrado a favor de una «excepción agrícola francesa» en medio de las protestas de los agricultores, que han mantenido bloqueadas numerosas carreteras en todo el país a lo largo de la jornada.
«Nuestra agricultura es una fortaleza porque constituye uno de los fundamentos de nuestra identidad y de nuestra tradición», ha subrayado durante un discurso ante la Asamblea Nacional, prometiendo que el Gobierno estará presente, sin «ambigüedades», frente a los desafíos que plantea este sector. Asimismo, ha asegurado que anunciarán nuevas medidas a través de un fondo de emergencia para ayudar a los viticultores, especialmente en la región de Occitania. «A partir del 15 de marzo, todas las ayudas de la PAC se ingresarán en las cuentas bancarias de los agricultores», ha aseverado.
Attal también ha prometido que se reforzará el sistema fiscal destinado a permitir a los ganaderos «hacer frente a la inflación», si bien ha recalcado que la crisis en el sector no se resolverá «en unas semanas», según ha recogido la cadena France Info. El ministro francés de Agricultura, Marc Fesneau, viajará a Bruselas para reunirse con el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, y el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, según ha informado su oficina. La Confederación Campesina ha hecho un llamamiento a bloquear todos los centros logísticos de distribución tras el discurso de Attal, que no ofrece «ninguna perspectiva a largo plazo» para los trabajadores del sector.
