Toda una generación de niños en Gaza permanece en riesgo de ser condenada a la pobreza, el odio y el resentimiento, advirtió hoy el comisionado general de la Agencia de ONU para Refugiados Palestinos (Unrwa), Philippe Lazzarini.
La Unrwa, encargada de garantizar la educación, salud y otros servicios esenciales en Gaza, Cisjordania, y otras naciones vecinas, se tambalea bajo el peso de los implacables ataques israelíes mientras las “presiones sobre la agencia hoy son mayores que nunca”, agregó el titular durante un encuentro en esta ciudad.
De acuerdo con Lazzarini, la entidad corre el riesgo de desmoronarse por falta de financiamiento en medio de las constantes amenazas contra sus instalaciones. 180 de las cuales ya han sido dañadas o destruidas desde el 7 de octubre.
Cifras alarmantes
Al menos 500 personas murieron desde entonces mientras buscaban protección bajo la bandera de la ONU y otros 193 miembros de la Unrwa resultaron también víctimas fatales del conflicto.
«Nuestros convoyes han sido atacados a pesar del movimiento coordinado con las autoridades israelíes en Cisjordania; el espacio operativo se está reduciendo», alertó.
El titular de la Unrwa calificó Gaza como un infierno en vida para más de dos millones de personas, por lo que pidió apoyo para mantener la labor de la que es considerada el principal actor humanitario en la Franja.
Los niños siguen muriendo de desnutrición y deshidratación, mientras alimentos y agua potable esperan en camiones fuera del enclave.
De acuerdo con el alto representante, más de 625 mil jóvenes viven en Gaza profundamente traumatizados entre los escombros y sin acceso a la educación.
«Unos 300 mil de ellos estaban matriculados en casi 290 escuelas de la Unrwa antes de la guerra, pero los que ahora no van a la escuela corren riesgo de violencia y explotación, trabajo infantil, matrimonio precoz y reclutamiento por grupos armados, insistió.
El comisionado general exigió una intervención decisiva para reanudar la educación, de lo contrario, agregó, “condenaremos a toda una generación a la pobreza y sembraremos las semillas del odio, el resentimiento y futuros conflictos”.
Según Israel, y quienes lo apoyan, el futuro es una Gaza sin niños. O por lo meos, sin niños palestinos.