En una escalada alarmante de violencia, las autoridades palestinas han acusado al ejército israelí de llevar a cabo cinco masacres en un período de 24 horas, resultando en al menos 90 muertes en la Franja de Gaza. Según reportes, un bombardeo israelí impactó una escuela para niñas en el campo de refugiados de Nuseirat, administrada por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Este ataque dejó un saldo de cuatro muertos y 15 heridos, incluyendo a varios niños.
La escuela, que había sido transformada en un refugio para las decenas de miles de desplazados por la ofensiva israelí, se encontraba repleta de familias que huían de la violencia. Testigos afirman que los proyectiles alcanzaron un aula en la planta baja, donde se encontraban varios estudiantes.
El hospital Al Awda, ubicado en el campamento, reportó una afluencia masiva de heridos, muchos de ellos en estado crítico, que fueron trasladados al hospital de los Mártires de Al Aqsa en Deir al Balah. Este ciclo de violencia agrava aún más la crisis humanitaria en Gaza, donde el 90% de la población se encuentra actualmente desplazada. La comunidad internacional sigue observando con preocupación los desarrollos en la región, mientras las tensiones aumentan sin un final a la vista.
