Graciela Bianchi: «Estamos siendo atacados, pero no nos tienen contra las cuerdas»

Frontal y directa, como ella misma se define. Guste o no. Se comparta o no. La senadora Graciela Bianchi le concedió una entrevista al Diario La R, y habló de todo. De su historia dentro del Frente Amplio, del Gobierno, de su cariño por Lacalle Pou, de la seguridad social y de Alejandro Astesiano, al que se refirió como “un perejil”.

¿Qué balance puede hacer del trabajo realizado en el Parlamento durante el 2022?

En primer lugar, que no voy a mencionar el medio porque no corresponde, pero cuando se publicó el martes 17, que fue uno de los años menos productivos en el Parlamento, la verdad que me indigné muchísimo, porque, por suerte después salieron otros especialistas y gente que hablaron sobre cómo es la vida parlamentaria. No se mide por la cantidad de proyectos de ley que se aprueban, sino por todo el trabajo que se hacen comisiones, que son preparatorios de proyectos. Fue muy injusta esa conclusión. Fue un año sumamente intenso. 

– ¿En que influyó en todo el trabajo parlamentario la pandemia y las post-pandemia?

– La verdad es que veníamos de una situación complicada, al menos yo no pedí licencia. En la pandemia trabajábamos por Zoom. En un momento determinado, de los 30 senadores que éramos, 15 estábamos en cuarentena. Ó sea, se trabajó

También en 2022 estuvo la rendición de cuentas, que se convirtió de un proyecto en ley. Es una ley que llevó mucho estudio y tratamiento. Personalmente no integro la Comisión de Presupuesto y Hacienda, pero participo en la discusión. La Comisión de Constitución y Legislación, que sí integro, ha aprobado proyectos de ley que no tienen prensa pero que llevan muchísimo estudio. Por ejemplo, la eliminación de la acción de donaciones inoficiosas, las modificaciones que se hicieron al derecho procesal administrativo, ó sea, al procedimiento que se aplica cuando actúa el Tribunal de lo Contencioso. Se aprobó una ley muy importante de descentralización de los juzgados. Estamos analizando muchos proyectos que se estudian simultáneamente, que ameritan consultas permanentes a las cátedras. Digo que no tienen prensa porque realmente la gente hay que explicarle que es una producción de donaciones inoficiosas, o un proyecto de descentralización para juzgados. Pero son proyectos que llevan estudio y muchísimo trabajo. 

– El pasado año, ¿fue de transformaciones y reformas?

– Sí. Después, lo otro que marcó el año fue y es la transformación educativa, que no pasa por una ley. Yo integro la Comisión de Educación y Cultura (del Senado) y permanentemente fueron citadas las autoridades de la Educación, por unanimidad de la Comisión, constantemente estuvimos estudiando y conversando con las autoridades las propuestas de transformación, así que realmente fue un trabajo muy intenso. Y la otra transformación, que es así pasa por el Parlamento, que nos llevó a estar en jaque prácticamente hasta el 30 de diciembre, es el proyecto de las jubilaciones y pensiones que pasó a Diputados. Yo no integré la Comisión Especial por decisión propia, pero sí trabajé intensamente, sobre todo con el problema de la Caja Notarial, que es tal vez uno de los problemas más difíciles de resolver para una ley integral de jubilaciones y pensiones. Fui presidente de la Caja casi tres años, así que conozco el tema. Y entonces, esos son los temas que realmente nos ocuparon y nos hicieron negociar mucho, estudiar y tratar de que las cosas salieran lo mejor posible.

– ¿Está el proyecto de tenencia compartida?

– Es un proyecto muy importante el de la Tenencia Compartida, la de Corresponsabilidad en la crianza, que llevó meses de negociación dentro de la coalición, especialmente con el sector Ciudadanos (Partido Colorado), porque los demás sectores estábamos todos de acuerdo en votarla. Es una ley movilizadora. Realmente recibimos muchos ataques los que éramos partidarios, y somos partidarios de la tenencia compartida y también nos marcó mucho y nos llevó muchísimo tiempo

– La bancada de senadores del Partido Nacional, con lo que ha mencionado y actuado en líneas generales, ¿quedaron conformes? ¿Sienten que les quedaron cosas en el debe?

– Yo fui oposición y hoy soy gobierno. Y cuando sos gobierno siempre te quedan las ideas que podrías haber manejado mejor las cosas o poder haber hecho mucho más. Hay asuntos muy puntuales que ocupan a otros compañeros, pero que en bancada los compartimos, que son todos los temas vinculados a la agropecuaria. Una serie de temas que van surgiendo y que me parecen menos importantes y que no lo son, porque siempre un problema que afecta a un sector de productores o que afecta a todos los productores, como es la sequía y las medidas a tomar, buscar amparo tributario en sectores que han sufrido más por la pandemia. Siempre queda la sensación, es un tema personal, a mis compañeros los escucho y también les queda esa sensación de que de repente en alguna cosa se podría haber hecho algo distinto. 

– ¿Y cómo es haber estado en el Frente Amplio y hoy estar en el gobierno de coalición con el Frente como oposición?

– Yo vengo de la oposición. Hasta el 2013, estuve en el FA, desde que tenía 18 años, en realidad desde que se formó el Frente. Y toda mi actividad política, más o menos expuesta, estuvo siempre dentro del Frente Amplio. Y realmente solo soy una persona y se podrá estar de acuerdo conmigo o no, pero muy frontal y muy sincera. Yo de verdad que nunca pensé, (sigo sino ingenua), que el Frente Amplio en la oposición fuera este tipo de oposición irresponsable. Porque el Frente Amplio fue siempre una oposición razonable. Es decir, se hacían y se pedían comisiones investigadoras, o sea, se citaban a los ministros, pero yo lo entendía y lo vivía con una situación normal dentro de lo que es el juego de gobierno y la oposición, y la alternancia de los partidos políticos en el gobierno. Formé parte en el primer gobierno de Tabaré Vázquez, y tres meses de gobierno de José Mujica, y noté que las cosas estaban un poco más complicadas para mí. El Frente Amplio se mareó con el poder. Sus dirigentes no estaban preparados realmente para asumir las responsabilidades, pero no me refiero por los resultados, me refiero por el manejo del poder. Se convirtió en una fuerza realmente de oposición irracional. Lo digo con dolor, pero el Frente Amplio se ha transformado en un grupo de dirigentes de mediano porte hacia abajo, que eso al faltar liderazgos se trasunta las conductas en las declaraciones. Hay momentos que leo declaraciones de Fernando Pereira, que cree que lo ataco. No es así. Él se ataca a sí mismo. En realidad si se callara un poquito la boca y razonara un poco más (…), pero yo lo conozco y eso es lo que da. No da para más. Estuve en reuniones en el Parlamento con dirigentes como Líber Seregni, Hugo Batalla, Germán Araujo, Rodney Arismendi, que era del Partido Comunista y yo era de la juventud y Arismendi era un intelectual, es decir, personas de un relacionamiento normal y de opiniones duras, fuerte, pero de respeto básico. Sobre todo, insisto, de nivel de nivel cultural. Eso se perdió totalmente. 

Y estamos siendo atacados pero tenemos la conciencia tranquila, no nos tienen contra las cuerdas. 

Nosotros seguimos trabajando, tenemos a la más absoluta confianza en el Presidente de la República y todas las autoridades

– ¿De que manera observa al Partido Nacional hoy, y cómo ve al gobierno de coalición?

– Hace tiempo que digo que soy del Partido Nacional, obviamente, pero mi partido es la coalición. Yo vengo de una coalición, el Frente Amplio fue una coaliciòn y sigue siendo una coalición. A no ser que declaren que todos piensan lo mismo. Entonces, es bueno juntar fuerzas de personas que no pensamos 100% lo mismo, porque por supuesto, y gracias a que vivimos en una democracia, las unanimidad no existen. Pero estamos de acuerdo en dos aspectos fundamentales. La coalición está muy sana, negociamos muy bien en el Senado tenemos una excelentísima relación entre todos los integrantes, trabajamos de taquito juntos y tenemos posiciones distintas en algunas cosa. Y el Partido Nacional está bien, está fuerte, tiene un liderazgo como Uruguay hace tiempo no tenía, con Luis Lacalle Pou.

– Entre tantas diferencias y tan pocas coincidencias, ¿hoy es difícil sentarse a negociar con un diputado o senador del Frente Amplio?

– No, para nada. Nosotros tenemos un buen vínculo profesional. Es como cualquier trabajo, vos podés llevarte mejor con más con unos que con otros por estas características de personalidad, pero el relacionamiento profesional, es muy adecuado, es correcto, es de compañeros de trabajo. El que no lo entiende así, no solamente no puede ser legislador, no puede dedicarse a ningún trabajo. Es clima de trabajo. Los que están fogoneando, en realidad muchos son de afuera. Legisladores que decimos cosas y las vamos a seguir diciendo, yo las voy a diciendo. Yo nací en 1953, y los fueros los adquirí en en 2015, así que se podrán imaginar que a mí los fueros no me importa para nada, porque además son del Parlamento, no son míos. 

Uno no va a los trabajos a hacer ni amigos ni enemigos, va a trabajar. Bueno, los parlamentarios trabajamos mucho, más de lo que la gente dice que se trabaja. La gente puede pensar otra cosa pero puedo garantizar que no lo es.

– Los casos de Marset y Astesiano ¿cree que va a golpear al Presidente de la República y a la coalición de gobierno o no?

– Entiendo que la gente esté estupefacta de algunas cosas. No entiendo porque lo que se están dando a conocer no son verdades comprobadas, no son pruebas, son chats o audios. Queríamos el pasaje a un sistema acusatorio. Pero este disparate que mientras está haciendo la instrucción, mientras se está investigando, mientras la Fiscalía con las escasos recursos que tiene está viendo que dijo uno, que dijo otro, se publiquen y filtren esos chats. Y se publican como si fueran verdades reveladas, y después haya dirigentes políticos de más alto nivel repitiendo como si fueran verdades cosas que son comentarios es de locos. Si hubiera sido legislador este código no lo hubiera votado. Estoy de acuerdo con el régimen acusatorio, pero no con este código. Un disparate que todo el proceso de investigación se contamine con las filtraciones. 

– ¿Pero se está refiriendo a algo más que los casos Marset y Astesiano?

– Cómo se puede confiar cuando uno hace declaraciones como a mí me pasó. Yo fui indagaba por el tema de las citaciones de la Comisión de Inteligencia a los fiscales. Se hizo la audiencia que aquí se graba en una tablet del fiscal Gilberto Rodríguez, un fiscal muy ecuánime que yo hago hasta ahora lo veo trabajar bien.

A las dos horas me llaman de un medio. Entonces yo lo llamo al fiscal y le digo Doctor, ¿qué pasó? El hombre quedó sumamente preocupado. Obviamente no sé que habrá hecho la Fiscalía, porque no le pregunté. Se preocupó muchísimo y se comprometió a tratar de ver qué es lo que es lo que estaba pasando. Estas cosas no pueden pasar.

– ¿Qué conclusiones entonces sacó, por ejemplo, con lo de Alejandro Astesiano?

-Esto que se hizo con Astesiano y con Marset, también me vuelve a desilusionar del Frente Amplio, porque es un proceso que empezó durante los gobiernos más del Frente. El tema de los pasaportes. El tema Astesiano, yo lo dije desde el principio, fue un perejil que desgraciadamente traicionó la confianza del presidente, que lo contrató como guardaespaldas, y lo siguen repitiendo. ¿Y todavía quieren que nosotros nos mantengamos callados?. Yo no empecé todavía. Al Presidente lo quiero mucho y lo quiero mucho a nivel personal. Lo mismo que a Álvaro Delgado, que a Martín Lema, además a la 404, que fue una experiencia y es una experiencia tan linda. A mí me duele, me duele humanamente. Entonces, por supuesto que la ira de lo justo está consagrada en la Biblia, y me indigna.

– ¿Qué expectativa tiene a nivel general en 2023 con tantos temas por delante para tratar, debatir y resolver por el país?

– Seguir trabajando. Yo, la verdad, que tengo 69 años y empecé a trabajar a los 18 sin necesidad económica, pero lo quise hacer. Sinceramente me encanta seguir trabajando en todos los desafíos que tenemos sobre la mesa y otros que estarán sobre la mesa. Así que seguir trabajando. Ya descansé unos días, estaba nerviosa por empezar la actividad otra vez Y nada, es una alegría poder vivir de lo que a uno le gusta, aunque sea complejo. Seguiré trabajando mientras me den las fuerzas.