Este viernes el presidente de la compañía de telecomunicaciones Antel, Gabriel Gurméndez, compareció ante la Fiscalía para declarar como testigo en el caso que investiga el procedimiento de construcción del Antel Arena. A la salida, el líder de la empresa habló con la prensa y apuntó a durante la construcción “se transformó la excepción en norma”.
Gurméndez explicó, al salir de la Fiscalía, que el fiscal de Delitos Económicos y Complejos, Enrique Rodríguez, lo llamó para que compareciese como testigo. Sin embargo, no brindó detalles acerca del interrogatorio pues una investigación reservada.
No obstante, el presidente de Antel remarcó nuevamente el porqué considera que hay méritos para la denuncia.
En primer lugar, dijo que en la construcción del recinto hubo “un obrar sistemático fuera de los cometidos legales de Antel por parte de autoridades que entendemos que no tuvieron el debido cuidado con los dineros públicos”.
Gurméndez apuntó a que el costo del Antel Arena fue de más de casi 120 millones de dólares y un daño económico que “se pudo prever”. “Todo este proceso se hizo bajo un manto de absoluta confidencialidad y reserva, lo que le dio poca cristalinidad y transparencia a los procesos”, afirmó.
“Se ignoraron todas las observaciones del Tribunal de Cuentas, que observó absolutamente todos los actos”, agregó.
El presidente de Antel destacó que la administración encargada “se fue por un camino de adjudicaciones directas sin licitación; se transformó la excepción en la norma, en expedientes que están incompletos, donde no existen trazas de las decisiones ni motivaciones de las fundamentaciones”, subrayó.
“Se fue para adelante con toda intención en ese proyecto cueste lo que cueste, eludiendo las normas, los contralores y al final del día con gran perjuicio para la administración pública”, sentenció.