Hamás liberará este lunes a los rehenes que aún mantiene cautivos en Gaza y no participará en el futuro gobierno del territorio tras la guerra, confirmó el movimiento islamista palestino a la agencia AFP. La decisión llega en el tercer día del alto el fuego con Israel, en vigor desde el viernes.
“Según el acuerdo firmado, el intercambio de prisioneros comenzará el lunes por la mañana”, declaró Osama Hamdan, alto dirigente del grupo que gobierna la Franja desde 2007.
El pacto establece el canje de los últimos rehenes (vivos y muertos) por cerca de 2.000 palestinos presos en cárceles israelíes, incluidos 250 detenidos por “motivos de seguridad nacional”. El acuerdo, mediado por Egipto, Catar y Estados Unidos, prevé además la retirada progresiva del ejército israelí y su reemplazo por una fuerza multinacional compuesta por Egipto, Catar, Turquía y Emiratos Árabes Unidos, bajo coordinación estadounidense.
Una fuente cercana a las negociaciones afirmó a AFP que “para Hamás, gobernar la Franja de Gaza es un tema cerrado” y que el grupo “no participará en la fase de transición”, aunque seguirá formando parte del “tejido social palestino”.
Cumbre sobre la paz en Gaza
Las declaraciones se producen en la antesala de la cumbre sobre la paz en Gaza que se celebrará este lunes en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij. La reunión será copresidida por el presidente estadounidense, Donald Trump, y su par egipcio, Abdel Fatah al Sisi, con la asistencia de una veintena de líderes internacionales, incluido el secretario general de la ONU, António Guterres.
Trump viajará antes a Israel, donde se reunirá con los familiares de los rehenes secuestrados por Hamás en el ataque del 7 de octubre de 2023, que dejó 1.219 muertos, en su mayoría civiles. Ese asalto desencadenó una ofensiva israelí que ha causado al menos 67.682 muertes en Gaza, más de la mitad mujeres y niños, según el Ministerio de Salud del territorio, cuyas cifras la ONU considera creíbles.
En el tercer día de tregua, camiones con ayuda humanitaria ingresaron al enclave, aunque residentes del sur denunciaron saqueos. “No queremos vivir en una jungla. Exigimos que se garantice la ayuda y se distribuya de forma respetuosa”, reclamó Mohamed Zarab, desde Jan Yunis.
A pesar del alivio que representa el cese del fuego, la incertidumbre persiste entre la población. “Todo el mundo teme que vuelva la guerra”, dijo Mahmud al Muzain, otro habitante del territorio. Fatima Salem, de 38 años, regresó a las ruinas de su casa y aseguró que, pese al miedo, “volver a mi hogar, aunque sean escombros, es recuperar un lugar seguro”.
Los mediadores internacionales enfrentan ahora el desafío de consolidar una solución política duradera que garantice la renuncia de Hamás a las armas y siente las bases de una administración civil en Gaza.
¿Habrá alguien que le pueda creer a Hamás ?