Hinchas de Peñarol denuncian represión en Río de Janeiro: «Fuimos atacados a traición»

En un comunicado emitido a la opinión pública, los hinchas de Peñarol expresaron su malestar por los hechos ocurridos en Río de Janeiro durante el partido disputado el día anterior, donde denuncian que fueron víctimas de un operativo policial coordinado con el fin de reprimir a los aficionados.

Foto: Wikipedia

Según el texto, los hinchas fueron «atacados a traición, cobardemente y sin previo aviso», a pesar de que el encuentro en el lugar fue autorizado por las autoridades.

El comunicado describe la violencia sufrida por personas vulnerables, señalando que «niños, mujeres y ancianos sin código alguno fueron agredidos», obligando a los hinchas a defenderse. Asimismo, se resalta que «la represión se llevó a cabo por parte de nuestro club conjuntamente con las autoridades policiales de Brasil», pero que el operativo se salió de control, provocando la «detención arbitraria de casi 300 hinchas entre mujeres, niños y ancianos».

La “Barra Amsterdam» exige una respuesta ante el trato «inhumano» que recibieron, aludiendo a condiciones de salud de las personas detenidas, quienes sufrieron «enfermedades crónicas». El comunicado finaliza pidiendo que «se nos aclare y se justifique la razón por la cual fuimos víctimas de estos ataques».

COMUNICADO:

Comunicado a la opinión pública en general a los hinchas de Peñarol en particular

Como es de público conocimiento, queremos dar a conocer cuáles fueron los hechos en el partido del día de ayer en Río de Janeiro, el cual se organizó un operativo para la represión de nuestra gente y liberar la zona para que tres hinchadas nos atacaran a traición, cobardemente y sin previo aviso contando con la ayuda de la policía, no pudiendo ni podrían con esta hinchada. Lastimando niños, mujeres y ancianos sin código alguno pero aun así la gente de Peñarol se defendió y repelió el ataque sin otra alternativa que defender a nuestros hinchas y familias que se encontraban tranquilamente en el lugar de encuentro que se fijó por parte de nuestro club conjuntamente con las autoridades policiales de Brasil.

Una vez más nos citan al lugar de encuentro pero ello no garantizaba que los acuerdos pautados entre autoridades se cumplan ya lo vivimos en el 2019 también en la misma ciudad. La violación institucional de la policía militar brasileña no terminó junto con la represión avanzaron con la detención arbitraria de casi 300 hinchas entre mujeres, niños, ancianos personas con discapacidad y enfermedades crónicas, la tortura se llevó a cabo en las mismas comisarías las tremendas palizas violando los derechos humanos de todas estas personas ya instaladas internacionalmente sobre esto obteniendo material audiovisual, también no les importó firmar documentos con los cuales nos pretendían obligar a firmar documentos en los calabozos, nos bajaron reteniendo nuestro transporte y tratándonos de manera despectiva los derechos humanos fueron basura frente a ellos.

Nos esposaron por horas sin saber qué estábamos firmando recibiendo un trato inhumano siendo procesados en separaciones de hombres y mujeres y reiteramos sin ningún abogado que nos representara a pesar de que los contratos fueron firmados por el club.

La prensa internacional ayuda a callar esto para justificar la represión por lo que los medios locales que se encontraban fuera del calabozo no entendían la situación ya que nos escudan detrás de una violencia inentendible.

Claro está que Peñarol siempre cuida a sus hinchas y aún más en esta situación solo una clara demostración de quien es el que manda en el lugar lo que terminó con la coordinación entre clubes, autoridades y barras brasileñas. Siendo un plan premeditado que no podía llevar a cabo otra cosa que no sea la liberación de la zona y el fin del derecho de nuestras familias a ver un espectáculo deportivo.

Las amenazas sobre cada hincha continúan aún siendo liberados nos anotaron y con los documentos que firmamos nos “permiten” salir del país y no volver nunca más, nuestros contratos firmados por el club junto a las autoridades de Peñarol hoy nos dejan a la deriva con documentos firmados a la fuerza por personas golpeadas y tratadas inhumanamente.

Este ataque realizado a la hinchada más fiel de Uruguay no tiene otra razón más que la violencia que sienten sobre nuestra camiseta el club no actuó de buena manera ya que los acuerdos pautados no se cumplieron por negligencia. También exigimos a la dirigencia que actúe como tal y salga a la opinión pública para defender la situación de su hinchada y la represión policial de las autoridades brasileñas sobre niños mujeres y ancianos.

No se nos acusa de un hecho que no hemos cometido nos agredieron y nos defendimos.

Nuestra propia dirigencia no ha colaborado en nada por eso mismo exigimos una respuesta al ataque a la dignidad, honor y respeto.

Una vez puesta de la dirigencia exigimos una respuesta del club hacia los familiares de las personas que se encuentran detenidas y con una sola respuesta, si estos acuerdos se firmaron antes del encuentro ¿por qué nos golpearon y detuvieron?, si nuestros contratos estaban firmados y la policía estaba notificada en su totalidad, exigimos una respuesta de la Asociación Uruguaya de Fútbol ya que como representantes de Uruguay en la competición internacional se firmó el contrato por parte de la AUF, y nuestra propia Asociación no se ha hecho cargo de lo sucedido.

Exigimos una respuesta por las personas que se encuentran detenidas todavía, también queremos aclarar que nos encontramos todos en perfectas condiciones por el momento en Brasil, pero no podemos dejar pasar este acto inhumano, también las autoridades de Brasil nos imputaron una multa de $ 800.000 que se encuentra impaga.

Hoy la hinchada más grande y presente por Libertadores de América se encuentra en Brasil

BARRA AMSTERDAM

2 Comments

  1. Que el accionar de la policía fue malo, no se discute. Que hubo intencionalidad, tampoco. Que gente inocente se la ligó sin comerla ni beberla, menos. Pero tampoco pueden discutirse los desmanes de los hinchas de Peñarol, algo ya folklórico en estos partidos. Cuando regresaban de Bolivia, a través de Argentina, asaltaron un boliche en Salta y unos cuantos fueron presos; después hacían una colecta en redes de pago para «liberar a los muchachos», plata que se sabe jamás llega a manos de los destinatarios. El dulce pica los dientes. Acostumbrados a una impunidad total en nuestro país (la hinchada de Nacional está en la mismsa, obvio), acá rompen, agreden e insultan mientras la policía mira para el costado. Allá es distinto. Y sería hora qe se aviven que los insultos raciales en Brasil son graves. Aquí también están penados, pero no detienen a nadie, y mucha gente dice que están bien porque siempre se hizo. Lo único que podría redimir algo es que en Montevideo no hay un solo incidente, pero…

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