Todo los 2 de febrero las playas de Uruguay como las de gran parte de Sudamérica se visten de blanco, se llenan de velas y ofrendas, para la veneración de Iemanjá, la llamada “diosa del mar”, considerada una madre protectora para los fieles del culto umbandista.
Esta festividad cultural y religiosa se celebra con cientos de ofrendas que se depositan en el agua, se realiza en varias playas de Montevideo y el interior del país, pero como todos los años, el epicentro es la playa Ramírez de la capital. Allí, desde la mañana, se reúnen fieles, seguidores y curiosos para un culto que tiene su punto más alto al caer la tarde.
Los fieles y seguidores le piden bendiciones a Iemanjá, que proteja a su familia y amigos, y a la comunidad en general. Se ofrecen frutas, flores, perfumes y objetos personales que según la tradición se deben perder mar adentro una vez lanzados desde la orilla. También se suelen hacer pozos en la arena para colocar velas encendidas durante los rituales y ofrendas.
Iemanjá o Yemayá, en su culto original, es un orishá asociado a los ríos y desembocaduras, a la fertilidad femenina, a la maternidad y primordialmente al proceso de génesis del Àiyé (mundo) y la continuidad de la vida (emi). También es regente de la pesca, y de la plantación y cosecha de ñames.
En Uruguay su inicio se remonta a la época de 1787 el Cabildo de Montevideo ordenó la construcción de un lugar de cuarentena para los esclavos que llegaban de África, conocido como Caserío de Filipinas, que funcionó como lugar de depósito, marcaje, engorde, venta y cementerio de unas 70.000 víctimas del comercio esclavista hasta 1811 (una época en la que Montevideo era el principal puerto de entrada de esclavos al Cono Sur). Lo que derivó en todas las manifestaciones africanas incluyendo la veneración a la “diosa del mar”
Según expertos Iemanjá es la madre de casi todos los orishás en las leyendas, de ahí su importancia, se refieren a la festividad como el día de la madre. El culto a Iemanjá se practica en las religiones de matriz afro y en Umbanda, que es afroindígena; nace en Nigeria, con la diáspora esclavista, atraviesa los océanos y al ser de tanta importancia, el culto se adueña de los grandes mares, de las aguas oceánicas.
Por otra parte, como ya había comunicado la Intendencia de Montevideo se llevaron a cabo las acciones en el marco de la conmemoración religiosa. Se realizaron tareas de limpieza y recolección de residuos en la mañana del sábado. En total 45 personas trabajaron, entre las playas del este y oeste de Montevideo.
