Este martes la Justicia argentina procesó la imputación del polito del avión venezolano-iraní, Gholamreza Ghasemi, bajo sospechas de terrorismo internacional.
La fiscal Cecilia Incardona solicitó al juez Federico Villaena que se instruyera esta imputación, así lo indicó el medio La Nación, del vecino país.
“Con el avance de las tareas investigativas llevadas aquí adelante, surgieron varios rastros que imponen la necesidad de proseguir la investigación respecto de Ghasemi Gholamreza, de toda la tripulación que de él dependía, de la aeronave y de su carga, conforme las obligaciones del Estado Argentino para prevenir y sancionar hechos de terrorismo”, establece el documento.
“Tales circunstancias irregulares llevan a indagar si el verdadero objetivo del arribo de la aeronave a nuestro país fue exclusivamente para transportar mercadería de autopartes; o bien si estuvo fundado en razones diferentes a las alegadas y constituya, eventualmente, un acto de preparación para proveer bienes o dinero que pudieran utilizarse para una actividad de terrorismo; su financiamiento u organización”, añade.
Vinculado con el terrorismo, afirma el FBI
De acuerdo con El Observador, los demás tripulantes del avión también recibieron imputación. Para la fiscal Incardona existen “inconsistencias en la información” con respecto a quiénes son estas personas.
La Justicia dictó una serie de medidas de prueba. Entre otras, la fiscal solicitó que diplomáticos de Estados Unidos colaboren para verificar si en efecto Ghasemi es investigado en dicho país. Asimismo, piden corroborar si el avión está o no embargado por la administración norteamericana.
Este lunes el FBI le envió al gobierno argentino un informe donde asegura que el piloto de la aeronave forma parte de la organización terrorista Fuerzas Quds; del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní, y al grupo Hezbolá.
El FBI también acusa a la aerolínea Oeshm Fars Air, de la cual Ghasemi es directivo, de otras actividades ilícitas. Según explciaron, esta opera con vuelos de carga frecuentes entre Irán y Siria “bajo cobertura civil” para Quds, con la finalidad de contrabandear armas y equipos sensibles.