Israel ha reafirmado su compromiso de continuar la lucha contra Hezbolá «hasta la victoria», desestimando un llamado de Estados Unidos, la Unión Europea y varios países árabes para establecer un alto el fuego de 21 días. En los últimos días, el ejército israelí ha intensificado sus ataques, que han dejado al menos 92 muertos y 153 heridos en Beirut, donde se han bombardeado bastiones de la milicia. Entre los ataques, se destaca la eliminación de Mohamed Srur, jefe de la unidad de drones de Hezbolá, lo que la organización islamista ha confirmado.
La situación humanitaria se agrava, con más de 70.100 libaneses refugiados en 533 centros de ayuda a nivel nacional, un número que refleja el impacto devastador de la ofensiva israelí. Esta escalada de violencia ha generado el mayor número de víctimas desde la guerra civil libanesa, lo que plantea serias preocupaciones sobre la estabilidad y la seguridad en la región.
