La crisis política en Francia mantuvo hoy su impacto en los Juegos Olímpicos de París-2024 y amenaza con convertirse en un tema de campaña de cara a las elecciones legislativas del 30 de junio.
La disolución de la Asamblea Nacional el domingo por el presidente Emmanuel Macron, tras la contundente victoria de la extrema derecha en las europeas, devino en una suerte de pistoletazo de salida en la carrera por alcanzar la mayoría absoluta en la cámara baja, y resulta impensable que la magna cita quede fuera de la batalla.
El aspirante a primer ministro por Agrupación Nacional (RN), Jordan Bardella, afirmó que si ese partido, el ganador en las europeas, repite la victoria en las legislativas y es designado en el cargo, no modificará el dispositivo activado para los Juegos Olímpicos, señalados del 26 de julio al 11 de agosto, mientras los Paralímpicos serán del 28 de agosto al 8 de septiembre.
Confiamos en los servicios del Estado para la organización, dijo el representante de la extrema derecha.
La ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, fustigó en las redes sociales los comentarios de Bardella, al acusar a RN de “avivar todas las polémicas contra los juegos”.
Ya se considera primer ministro, pero organizar el mayor evento mundial no se hace con un piloto automático; requiere la movilización de los servicios estatales, lo cual ocurre desde hace años, y líderes políticos preparados, competentes y experimentados, afirmó.
Oudéa-Castéra acusó a la extrema derecha de carecer de los valores propios del olimpismo, desde la apertura y el universalismo hasta la amistad entre los pueblos y la fraternidad.
Ayer en Italia, donde participa en la cumbre del G-7, Macron opinó que los franceses tendrán en cuenta en las legislativas del 30 de junio el tema de la cita bajo los cinco aros de París-2024.
La gente no querrá votar por dirigentes que no estén para nada preparados, expuso el mandatario.
A 16 días de los comicios, resulta posible anticipar que los Juegos Olímpicos saldrán a relucir muchas veces más en voz de los políticos de diversos campos.
Se supone que la organización y desarrollo de los Juegos debería estar por fuera de la política. En todo tiempo y lugar. Pero cuesta imaginar latoelrancia y el fair play en un apís dominado por al ultra derecha. Alguien se acuerda de los Juegos de 1936? No fueron exactamenen un ejemplo de bondad. Estaba don Adolf en al tribuna…