Tres días después de asumir el mando del país, el gobierno de Yamandú Orsi, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Mario Lubetkin, anunció su postura sobre el tema de Venezuela al afirmar que no reconoce ni a Nicolás Maduro ni a Edmundo González Urrutia como presidentes de esa nación.
“Ni a Maduro ni al presidente que señaló haber triunfado según las actas que mostró por internet”, fueron las palabras de Lubetkin. Estas declaraciones encendieron las alarmas del mundo político en nuestro país, sobre todo de los protagonistas del gobierno saliente, cuya posición, luego de las elecciones venezolanas del pasado mes de julio, siempre fue el desconocer a Maduro y reafirmar su convicción de que González Urrutia sea considerado presidente legítimo.
Entre los primeros que alzaron la voz está el excandidato a la presidencia por el Partido Nacional y la Coalición Republicana, Álvaro Delgado, quien cuestionó la medida y afirmó que es un “retroceso grave” para la democracia: “Dejar de reconocer a González como presidente de Venezuela implica un retroceso grave para la democracia, para la imagen y el posicionamiento internacional de Uruguay. Profundo rechazo a la decisión del nuevo gobierno”, escribió el militante Blanco en su red social X.
Otra figura del mundo político que apuntó contra la medida fue el secretario del Partido Colorado y excandidato a la Presidencia, Andrés Ojeda. Este, al igual que Delgado, utilizó la palabra “retroceso” para describir la medida: “El peor de los mundos para nuestra política exterior. No defiende ni a uno ni a otro. Se queda en una versión tibia que solo termina siendo servil al régimen de Maduro». «Es un paso hacia atrás que mucho le va a costar a nuestra política internacional”, expresó en la misma red social.
EL exministro de Trabajo y Seguridad Social y líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, también reaccionó a lo dicho por el canciller: “Mucha pena y rechazo nos provoca la falta de solidaridad del nuevo gobierno de nuestro país con el pueblo venezolano, desconociendo la voluntad popular que eligió a Edmundo González como presidente legítimo de ese país”, expresó.
Otra que apuntó en contra del canciller y el gobierno frenteamplista fue la senadora Graciela Bianchi: “Vayamos anotando los RETROCESOS. Este es uno, y gravísimo. A hacerse cargo”, escribió. En esa misma línea, el exministro de Defensa y actual senador blanco, Javier Garcia, dijo en X: «En campaña costó, pero el presidente Orsi definió a Maduro como dictador. A 48 horas de asumido, su gobierno toma una decisión que legitima al dictador. El peor comienzo internacional. El discurso por un lado, las decisiones por otro. Retroceso democrático”
En defensa de la decisión salió Mario Bergara; él sostuvo que la reacción de la oposición por Venezuela es parte del “juego político”. “De elecciones fraudulentas no se puede reconocer ni a González Urrutia, ni a Maduro; es la posición asumida por el gobierno», dijo Bergara. En ese mismo orden, el senador frenteamplista, Daniel Caggiani, hizo referencia a la situación y catalogó la decisión como «más equilibrada» y dijo que existe mucho “nerviosismo” en los integrantes de la nueva oposición.
Como explicarles a estos idiotas de la coalición multikk que ya no gobiernan y que la agenda ahora es del FA. Que el no reconocimiento de las dos partes que no pudieron demostrar que ganaron lo mejor es no reconocer a ninguno de los dos, y no posicionarse del lado que le conviene a los multikks alineados a los yankees como buenos cipayos que son.